(NU) Ramos de flores, tarjetas, globos y camisetas con la inscripción "Boston" comenzaban a acumularse el martes en un improvisado memorial en la esquina del lugar donde se perpetró la víspera el atentado durante el maratón de la ciudad, que dejó tres muertos y más de 170 heridos. Los habitantes de la ciudad de Massachusetts y los corredores de la prueba que se acercaban al vallado colocado por la policía en la calle Boylston a la altura de Arlington no podían ocultar su emoción ni su incomprensión ante lo ocurrido.
Maira Caban, una hondureña de 48 años que vive desde hace 20 en la ciudad, dejó junto al vallado un ramo de flores y una tarjeta con Mickey Mouse en homenaje al pequeño Martin Richard, de apenas ocho años y una de las víctimas fatales del atentado. "Estoy aquí por el dolor que tenemos en la ciudad de Boston por todo lo que ha pasado. Estamos de luto. Es un dolor bien grande", señaló.
Harriet Korim, una cantante y militante que vive en Cape Code, al sur de Boston, también llegó con flores a la calle cortada por la policía y frente a la cual la prensa estableció su base.
Algunas personas llevaron velas y realizaron un memorial con mensajes de afecto y paz para las víctimas mortales y familiares de las personas con lesiones.Además, varias personas se congregaron en el parque público Boston Common para realizar una vigilia en honor a las víctimas.
En el barrio de Dorchester, en los suburbios de Boston, más de mil personas se congregaron para rendir tributo al pequeño Martin Richard, cuya hermana de seis años Janey sufrió la amputación de una pierna y su madre Denise fue víctima de una grave lesión cerebral por las explosiones.