
Tras regresar de esa lesión del 2011, el gran mariscal de campo tuvo una excelente temporada en Denver, donde los guió a los playoffs con una marca 13-3, y en lo personal fue seleccionado al Pro Bowl, el N° 12 en su carrera, en toda la temporada pasada logró lanzar para 4,659 yardas, 37 touchdowns y tan sólo 11 intercepciones. Pero a pesar de eso, el QB declaró: "Ya saben, aún tengo algunos problemas".
"Cuando se está tratando con los nervios, aprendí que hay que tener paciencia. Me dijeron que podría tardar un año o dos, o que podría nunca volver, así que tengo esperanza. Desearía que ciertas cosas volvieran, pero he aprendido a ajustar y compensar en el estado en el que me encuentro. Me gustaría hacer algunas mejoras. Sigo trabajando en ello", prosiguió.
Al ser preguntado si podría seguir de en esa condición, respondió contundentemente: "Obviamente aún puedo seguir actuando de la misma manera, pero aún tengo esperanza y estoy determinado en tratar de buscar mejorar un poco más. Sin embargo estoy mejor de lo que estaba el año pasado. Pero aún no me encuentro donde estaba antes de la lesión".