
Defensores de los derechos de los homosexuales han hecho comparaciones entre las acciones del gobierno de Moscú y la persecución de los judíos en la Alemania nazi o el apartheid de Sudáfrica.
Las protestas se han extendido desde un boicot de la importación de vodka ruso hasta llamados de algunos sectores a un boicot de los propios Juegos.
Hasta el presidente estadounidense Barack Obama ha entrado en la discusión, pues este viernes en una conferencia de prensa en la Casa Blanca dijo que "no hay nadie más ofendido que yo" por la legislación antihomosexual "que se ha estado viendo en Rusia".
Mientras tanto, Rusia insiste en que la ley que prohíbe la "propaganda de las relaciones sexuales no tradicionales dirigida a menores de edad" no es discriminatoria, sino que pretende proteger a los niños.