
No fue menor la sorpresa que se llevaron los médicos de la institución al realizarle una tomografía computada en tres dimensiones. Si bien es relativamente común hallar en ciudades de frontera a "mulas" que trasladan estupefacientes en el interior de su cuerpo, no lo es en semejante dimensión.
Al ver la cantidad de cápsulas que llevaba en su estómago y en sus intestinos, decidieron internarla. Cuando la joven evacuó las primeras cápsulas, las autoridades realizaron un test y confirmaron que llevaba cocaína.