(PD BLOG) - En el mundo de fútbol no solo basta ser un jugador de calidad, también es necesario ser querido por el club donde estás, y más cuando te has criado ahí. El aficionado culé se ha caracterizado por una cosa fundamental: querer siempre alguien de casa en las filas del equipo, y si eran o son mayoría, mejor.
A lo largo de la historia del equipo azulgrana, han estado presente muchos jugadores con las características mencionadas anteriormente, aunque no solo fueron de casa sino que también sudaban la camiseta como ninguno. El Barcelona contó con un jugador que lo más probable es que su nombre nunca haya sido escuchado por alguno o nombrando muy poco, pero el impacto que tuvo hacia la afición fue increíble.
Luis Pujol Codina nació el 25 de mayo de 1947, es un exfutbolista que militó en el primero equipo del Barcelona por siete temporadas, sin contar las temporadas que estuvo en todos los equipos inferiores para ese entonces (formó parte del combinado cuando tenía 14 años). Pujol jugaba de extremo, era fuerte físicamente, rápido aunque no era muy goleador. Sin embargo, eso no le impidió ganarse el corazón de millones. Pujolet sudaba la camiseta como ninguno, la sentía como parte de él, su juego era inteligente y de mucho empeño, eso fue valorado por una afición tan exigente y crítica.
Pujol tenía talento y el cariño de la afición, ¿qué le faltaría a este jugador y por qué su nombre no suena tanto como debería? Pujolet fue castigado cruelmente por las lesiones que no lo dejaban trabajar como él hubiese querido, dejándolo en muchas ocasiones en el ejército sentado, es decir, en el banquillo. Treinta años después de las hazañas cortadas de Pujol aparece un Puyol, Puyolet para esos fanáticos resentidos por la poca brillantez que tuvo Pujol. Puyol aparecía como un chico de casa con cualidades equivalentes a Pujol, el público esperaría una gran carrera de este jugador, que no es extremo como Pujol, pero como defensa se ganó el cariño.
Carles Puyol i Saforcada nació el 13 de abril de 1978 para ser una leyenda blaugrana. Puyol también cumplió con la "exigencia" de los fanáticos de querer tener gente de casa como estrella. A pesar de que el capitán del Barcelona (desde el 2004) era defensa central, no tardó mucho en ganarse el cariño. Sí, no sólo los goles enamoran, evitarlos también. Puyol corre como lo hacía Pujol, no da una pelota perdida como lo hacía Pujol, suda la camiseta como lo hacía Pujol y demuestra cada vez que juega lo que es pasión hacia tu equipo. Puyol en general fue menos frágil que Pujol (comparándolos), lo que le permitió o ha permitido tener una continuidad regular para así confirmarse como una estrella del equipo, a pesar de que en los últimos años ha pasado muchas horas en la enfermería.
Puyol es sencillamente un jugador muy querido por su fortaleza dentro y fuera del campo, por su sacrificio, compromiso y pasión, valores muy fundamentales para los aficionados culés y simplemente para un amante del fútbol, y es que el capitán azulgrana es un jugador totalmente respetado, se lo ha ganado. Hay que tener en cuenta, que este poderoso jugador empezó como lateral derecho, donde cumplió su trabajo con grandes notas, aunque luego se consagró como el mítico central que es. Actualmente el querido capitán está buscando su mejor forma (siempre teniendo en cuenta sus 35 años) y el culé, ilusionado, siempre le podrá esperar aunque tarde mucho o no llegue nunca.