En
los últimos años se ha hecho notar, y en reiteradas ocasiones, la falta de
repeticiones instantáneas en algunas situaciones claves y determinantes de un
juego de béisbol. Si bien es cierto que la tecnología actualmente nos permite
tener una herramienta confiable y una posibilidad aprovechable, aún estamos a
la espera de ser más beneficiados de esta.
Retrocedamos el tiempo y lleguemos al
Comerica Park – Detroit, 2 de junio de
2010: Tigers 3-0 Cleveland (9no inning). Una jugada controversial le cuesta el
juego perfecto al pitcher venezolano, Armando Galarraga. Para el umpire de turno, Jim Joyce, la percepción
que el tuvo de la jugada fue otra a la que tuvimos los que vimos aquel juego
polémico de MLB. El árbitro confesó haberse equivocado y manifestó además, que cayó
en cuento de ello, cuando vio la repetición de la jugada, algo que sin duda pone en evidencia lo que estoy planteando. Sucesos como esto, pasan a
diario en los juegos de pelota. Que si fue bola, que si fue strike, que si fue
jonrón o no, que si se salió de la línea, que si fue out o quieto… En fin,
tantos detalles que tiene el béisbol y que son de gran precisión al momento de
hacer un juicio.
Recientemente
en la LVBP, vimos como se estreno la repetición instantánea en el juego entre
Águilas del Zulia y Leones del Caracas (4-0). Llegaba el sexto inning y Ernesto
Mejía soltaba su segundo jonrón de la jornada. El batazo para los umpires fue
algo dudoso y por ello, decidieron utilizar la repetición que les brindaba un
canal de televisión nacional para así corroborar la vuelacerca de Mejía, quien
por cierto sacaba el 50 de por vida. La pregunta que surge… ¿Es beneficioso o
no? Parece que sí y quedo demostrado aquí.
En
la Major League Baseball en los últimos meses se ha hablado mucho acerca de
este tema e incluso se han puesto condiciones y de más. Jugadas como aquella de
Galarraga y su juego perfecto, son esas que tienen que dejar ver que sí hace
falta expandir más la repetición instantánea y que si tenemos algo en nuestras
manos tan beneficioso como esto ¿Por qué no aprovecharlo como se debe?. Además
esa vieja tradición de que salga el mánager de un equipo, con la mirada
desquiciada que sin duda causa miedo, y furioso para discutir con un umpire,
debería de desaparecer aunque sabemos que es parte del juego.
La
tecnología avanza y el mundo avanza con ella. A cada momento nuestra capacidad
de asombro se ve algo dudosa cuando vemos que aparece algo nuevo, y el deporte
en sí no se puede excluir de ello. El béisbol es sinónimo de mucha precisión,
detalle y óptica que requiere sin duda de elementos que faciliten la visión que
tengamos sobre cada juego de pelota jugado, valga la redundancia, en todas
partes del mundo. No nos neguemos a algo que nos aporta mucho, pero tampoco nos
excedamos. Pidamos... Más tecnología que ayude al béisbol.