
En el área metropolitana de Atlanta se vivió un auténtico infierno en las carreteras: miles de conductores quedaron atrapados al volante. Más de 2.000 niños tuvieron que pasar la noche del martes en las escuelas. La mayoría regresaron a sus casas durante el miércoles.
Por su parte, el gobernador de Alabama Robert Bentley dijo el miércoles que los estudiantes podrían quedarse en las escuelas por segunda noche consecutiva.
Las autoridades de Georgia temen que las condiciones en las vías empeoren en la noche del miércoles pues se pronostica que las temperaturas bajarán, lo que causará la congelación de la humedad en las carreteras.