La mañana del 11 de septiembre de 2001 Estados Unidos experimentó el peor ataque terrorista de su historia. Cuatro aviones comerciales fueron secuestrados, poco después tomados bajo control de miembros del grupo terrorista Al-Qaeda, encabezado por Osama Bin Laden –asesinado por tropas marines en mayo de 2011–, y estrellados contra objetivos en Nueva York y Washington. Más de dos mil ochocientas personas murieron y cientos más resultaron heridas en los ataques.
Dos aviones fueron estrellados en el World Trade Center en Nueva York, matando de manera instantánea a pasajeros, tripulación y algunas víctimas en la torre. Los sobrevivientes de la conmoción trataron de escapar utilizando las escaleras de emergencia, descendiendo 70 o más pisos. Cinco bomberos, que subían valientemente las escaleras acarreando pesados equipos en un intento por apagar las llamas, los encontraron en el camino. Nadie se daba cuenta de que el incendio no estaba bajo control, y el edificio estaba por colapsar.
Aterrorizados testigos vieron como la gente saltaba al vacío desde los pisos superiores, desesperada por escapar del infierno. Las grandes cantidades del combustible hirviente de los aviones debilitaron la estructura de acero de los edificios que no pudo soportar más el peso de los pisos de cemento. Personas de todo el mundo presenciaron horrorizadas la caída de las torres, y la gente huyendo de los escombros y de la inmensa y asfixiante nube de polvo. Preocupados familiares y amigos esperaron ansiosos noticias de sus seres queridos una vez que el polvo se hubo asentado.
El avión que se estrelló en el Pentágono, golpeando el centro de la defensa militar norteamericana, mató 184 personas. En el vuelo 93 de United Airlines los pasajeros hicieron llamadas telefónicas a sus seres queridos antes de intentar retomar el control del avión de manos de los secuestradores. El avión se estrelló en un campo, las cuarenta personas a bordo perdieron la vida, pero fueron los heroicos esfuerzos de los pasajeros los que impidieron que la aeronave alcanzara su siniestro objetivo inicial.
Con información de DISCOVERY
