
Hay una noción errada que para ser productivos tenemos que hacer y lograr muchas cosas todos los días.
Hacer mucho dinero, tener muchas cosas y ser reconocido es el estándar de una persona exitosa. Esta creencia nos hace dedicarle horas, días y años a las actividades equivocadas, terminar cansados, enfermos y simplemente hastiados de la vida. Nos hemos creído la idea de que estar ocupado es ser productivo.
La Productividad es todo lo contrario, es hacer lo importante, hacer menos con mejores resultados. Es destinar el tiempo necesario para cada cosa y tener espacios de tiempo libre para descansar, recreación y para nuestras relaciones importantes.
Existen dos palabras que componen la Productividad: Eficacia y Eficiencia. Una es más importante que la otra:
Eficacia es hacer las cosas bien.
Eficiencia es hacer las cosas adecuadas.
De nada nos sirve hacer las cosas “bien” si no estamos haciendo las cosas adecuadas. Peor aún si no estamos haciendo ni las cosas bien, ni las cosas adecuadas.
La productividad nos enseña a definir cuales son las cosas adecuadas y actuar sobre ellas. En resumen, la productividad nos ayuda a alcanzar el balance personal que tanto buscamos a través de nuestras vidas.
Cuando buscamos el balance personal, podemos definir qué cosas son importantes para nosotros.
Me encanta el concepto de la Rueda del éxito Personal, es un concepto que aprendí al leer el libro Never Eat Alone de Keith Ferrazzi. En la Rueda del Éxito Personal encontramos 7 áreas de la vida en las cuales podemos trabajar y crecer y lograr el balance personal:
Éxito Financiero,
Crecimiento Profesional,
Relaciones Personales,
Trabajo Social,
Espiritualidad,
Estimulación Intelectual y
Salud.
Cuando tienes claro cuales son tus metas en cada una de estas áreas, puedes tomar decisiones conscientes y decidir como inviertes tu energía y enfoque, luego creas los hábitos, las rutinas y las prácticas necesarias para lograr las metas.
Sólo tener metas sin un curso a seguir y sin acción, no son metas. Son sueños.
La productividad nos enseña a tomar decisiones conscientes, formular metas realistas, integrar nuevos hábitos, eliminar los que no nos sirven y mantener un curso de acción.
La productividad personal es reconocida como la clave para el progreso, el éxito y la supervivencia. Tanto en el ámbito personal como el laboral.
Susette Solórzano