(PD BLOG) - Parecía un año bueno, aunque terminó mejor para los azulgranas. El Barcelona tocó el cielo con su juego en Wembley, donde ofreció ante el Manchester United (3-1) un recital de fútbol para conquistar su cuarta UEFA Champions League, la tercera desde 2006, en un encuentro que sirvió para encumbrar y apreciar al argentino Leo Messi, que regaló un poco de su talento en un gran partido. El Barcelona, durante todo el partido, estuvo iluminado por la clarividencia del argentino, que parece un jugador de otro planeta o lo es, la calidad de su pareja de creadores, conformada por Xavi e Iniesta, y la definición de la pareja entre Villa y Pedro, que marcaron un gol cada uno, dándole la victoria a los de Pep Guardiola, que fue incontestable, sólo con el gol de Rooney.
Alineaciones
- Barcelona: Valdés; Alves (Puyol 88), Piqué, Mascherano, Abidal; Busquets, Xavi, Iniesta; Pedro (Afellay 90), Villa (Keita 86) y Messi.
- Manchester: van der Sar; Evra, Vidic, Ferdinand, Fabio (Nani 69); Giggs, Carrick (Scholes 77), Park, Valencia; Rooney, 'Chicharito'.
Inicio diferente al resultado
En el inicio parecía que el tiempo se había retrocedido. No era el Estadio Olímpico de Roma sino Wembley, pero el United salió con la misma intensidad que en aquel entonces y acorraló al Barça en su campo. Poco acostumbrados a que los contrarios le planteen un partido tan abierto e intenso, los de Pep Guardiola no se desesperaron y esperaron su momento con la receta de siempre y que todo conocen: toque, desmarque y calma. La intensidad de Javier 'Chicharito' Hernández, puso a prueba la coordinación en el eje defensivo de ese día, entre Gerard Piqué y Javier Mascherano, que fue el sorprendente sustituto de Carles Puyol.
Tuvo alguna opción Rooney, en una anticipación sobre Mascherano en el minuto 8, y Chicharito en una acción con Piqué.
Aquí se acabó el efecto del United, porque el Barcelona tomó las riendas de la situación, con la dirección de Xavi y el desequilibrio entre líneas de Messi, que estuvo a un gran nivel. Al United se le apagó la luz a los diez minutos, porque de resto los azulgranas controlarían el partido. El Barça fue creciendo en su fútbol ante un equipo inglés obligado a jugar cada vez más cerca de Van der Sar por la presión. Una jugada colectiva en el minuto 16 con un remate cercano de Pedro fue la primera advertencia del equipo español, que empezó a sentirse cómodo dentro y fuera del campo. Pedro en el minuto 18 y Villa en los minutos 20 y 21, en dos remates cercanos, pusieron la angustia en el ánimo de los ingleses que ya se mostraban desesperados ante un juego magistral de los de Pep.
Era la demostración del dominio del Barça de los últimos años. Y lo recalcarían con la jugada del primer gol. Un gran pase de Xavi sobre Pedro y una definición estelar del extremo dejaba las ideas claras. En el minuto 27, el Barça parecía que ya había conseguido un asa de la Orejona, pero los azulgranas cometieron un error en un saque de banda y se complicaron la vida por unos segundos. Anticipa Giggs, jugador experimentado que sabe que se deben jugar como mínimo 90 minutos, en posición dudosa, y le da un regalito a Rooney. 'El Pelé blanco' como le cantaban en Old Trafford, cruzó el balón fuera del alcance de Valdés y equilibró el partido en el minuto 34. El Barça se tomó el empate como un accidente y se reencontró con su fútbol, sin duda alguna. Messi, siempre presente en la creación del equipo entre líneas, tuvo el 2-1 en una jugada en la que superó a Carrick, combinó con Villa, pero no pudo empujar el balón a la red a un metro de la meta del United. El Barcelona estaba cada vez más cerca de marcar, aunque, fue la última ocasión de una intensa primera mitad.
Segundo tiempo totalmente azulgrana
Con determinación y claros que podían ganar, el Barcelona salió en la segunda mitad a resolver el partido. Las dudas fueron todas para el United, que se vio incapaz de frenar la avalancha que se le vino encima. Alves, lateral de mucha velocidad, en una jugada de desmarque por su banda, puso a prueba a Van der Sar, el meta holandés que esa noche jugó su último partido y se convirtió en el mejor de su equipo en el segundo tiempo. Messi, en el minuto 54, recogió un balón cerca del área, la defensa del United pensó en un pase, pero el '10' azulgrana sorprendió a todos y marcó el 2-1. Ese fue el principio de la incuestionable exhibición azulgrana, el final de los ingleses. Ferguson vivía imponente desde el banquillo, los aficionados del United comprobaban que volverían a irse de vacío, cómo lo hicieron en el 2009. Remató Messi, una vez más en el minuto 63, otra de tacón 65, tiros lejanos de Xavi en el 66 y de Iniesta en el 67, hasta que llegó lo inevitable. Una acción de Messi y un magistral remate con rosca del español David Villa, sentencia prácticamente el partido en el minuto 69 (3-1). Los últimos 21 minutos fueron para ver a un United que ya no encontraba opciones ante su rival, intentaba atacar pero el sublime juego de los culés fue más. Estalló la grada oeste de Wembley por la victoria. El partido se había terminado y nuevamente, el Barcelona demostraría su nivel para aquel entonces con su cuarta Champions. El Barcelona se consagró, pero fue la noche de Abidal porque fue él quién levantó un título más para la era Pep.