(N24) - El expresidente colombiano Álvaro Uribe a través de un abogado solicitó el miércoles a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que emita una medida cautelar para proteger su integridad física tras ser acusado públicamente por el presidente venezolano Nicolás Maduro de complotar para asesinarlo.
El abogado Jaime Granados, representante legal de Uribe, solicitó en la sede de la CIDH una solicitud de medida cautelar para que “cese de forma inmediata todo acto de sindicación y persecución pública irresponsable en contra del señor Álvaro Uribe Vélez para proteger su libertad de expresión, pero también su vida e integridad física”.
En los últimos días, Maduro acusó a Uribe de estar detrás de supuestos planes para atentar en su contra y también de ser supuestamente el responsable de la muerte de un periodista el pasado 3 de mayo en Caracas.
Uribe ha calificado los señalamientos como descabellados
La CIDH recomienda a los Estados adoptar medidas cautelares si considera que hay riesgo inminente de daño irreparable, y suele anunciar públicamente si considera que la medida cautelar es justificada.
“Si han sido capaces de agredir a miembros de la oposición que son diputados en la asamblea de Venezuela, ¿Qué no podrán hacer con alguien que es calificado líder que complota contra el presidente Maduro?”, se preguntó Granados a reporteros tras realizar el trámite.
“Nunca antes en la historia otro presidente había acusado a un ex presidente colombiano de asesino. Por mucho menos que eso, la CIDH ha dado medidas cautelares”, indicó.
Granados justificó acudir a la CIDH sin haber recurrido previamente a las autoridades nacionales alegando que el poder judicial venezolano es inoperante y controlado por el ejecutivo.
La canciller María Angela Holguín se reunió el lunes con el embajador venezolano en Colombia, Iván Rincón, para tratar el tema.
El presidente Juan Manuel Santos, sin mencionar nombres, se refirió a la polémica surgida por las declaraciones de Maduro al publicar en Twitter que “La dignidad de los ex presidentes se defiende mejor, no a gritos ni con insultos públicos, sino por los canales diplomáticos correspondientes”.