(IB) - La conclusión de una auditoría cuyo resultado estaba cantado antes de comenzar se sigue confirmando a medida que avanza. Como en los ciclos anteriores, la resolución oficial es que no hubo discrepancias entre el voto de los electores y las actas de escrutinio emitidas por las máquinas.
Cada uno de los tres ciclos ha durado diez días, al término de los cuales se presentó un informe con los resultados. En este sentido, se espera que con este último ocurra lo mismo que con los anteriores, cuya culminación se coronó con una conferencia de prensa elogiosa del sistema electoral venezolano.
La auditoría se realizó a pedido del comando de campaña de Henrique Capriles, quien denunció las numerosas irregularidades registradas durante los comicios, que arrojaron una muy estrecha victoria al presidente Nicolás Maduro.
Tras una fuerte negativa inicial, el Consejo Nacional Electoral (CNE) terminó accediendo, pero rehusándose a abrir las libretas de votación, lo que impedía la posibilidad de encontrar las mayores irregularidades. Esto motivó el rechazo opositor y la presentación formal de la impugnación de las elecciones.
Sin embargo, el CNE continuó con la auditoría del 46 por ciento de las mesas de votación que no habían sido revisadas la noche de la elección, en la que sólo se recuenta el 54 por ciento.
Pero los resultados que arrojaría la auditoría ya habían sido anticipados por Tibisay Lucena, la presidente del CNE, que aseguró con una certeza impropia de la titular de un ente que se supone imparcial, que no se hallaría ninguna sorpresa.