2013| El mejor de los peores Opinión: Jorwen Rodríguez

Resulta realmente asombroso lo rápido o lo lento que paso el tiempo y nuevamente, esas mismas cosas de la vida, nos hacen coincidir en un brindis de nostalgia, de recuerdos, de nudos en las gargantas y lagrimas atrapadas entre los desdenes de Enero hasta Diciembre, Y es que esta noche los recuerdos juegan con nosotros e intentan apoderarse de nuestra propia voluntad, de dejar algunas cosas atrás y proseguir y reabrir un libro, reinventar una página y descorchar un buen vino rosado o un espumoso Champang mientras con las doce campanadas, doce uvas parecen consumirse entre propósitos y desatinos del destino y voluntades perdidas y hechos y acontecimientos que solo Dios podrá explicarnos. 

 El 2013 no fue un año cualquiera, incluso, me atrevería a decir que este año fue particularmente bueno entre todos los malos ¡Caramba! y bastante aleccionador, pues la vida nos dejó una gran lección o varias lecciones que se perdieron entre titulares de prensa, cortes noticiosos, rumores, chismes y cuenta cuentos. La última revolución de finales del siglo XX en américa Latina perdió una voz cantante, poética, polémica y sobre todo reaccionaria, Murió Chávez y a los venezolanos el tiempo, que aun no terminamos de entender si es o no es perfecto, nos obligó a cerrar y abrir nuevos compases, en un vals de sin sabores que mucho material da para redactar, sin embargo, el año no termina de acabarse y siendo bastante redundante, los que no llegaron, partieron y fue así como allá en el África el verdadero Gigante partió, Mandela, Madiba dejó algunos corazones vacíos y otros llenos de esperanza, de constancia, de ejemplo, donde quiera que esté de seguro y cerquita de Dios, su vida nos queda como un monumento a la perseverancia, al amor, a la sabiduría. 

 Y en esos caminos que nos tocan recorrer, desde Alemania hasta el vaticano y desde ciudad Vaticana hasta la argentina, otra lección bastante grande nos dejaron las circunstancias, pues el papa, también se cansa, como se cansa y se desahucia todo hombre y a veces, luego de tanto intentarlo nos toca renunciar, con la frente en alto, con la dignidad intacta y con objetivos claros, cumplidos o por cumplir pero con la satisfacción de haber hecho el deber ser, de sincerarnos y enfrentar nuestras propias realidades, nuestros propios infiernos, que más allá de cualquier cosa, todos lo vivimos y caminos por encima de los escombros de nuestros propios terremotos y naufragamos por las aguas de nuestras propias tormentas, y al final de todo, la vida sigue, seguirá y nosotros con ella. 

 Las metáforas y las analogías que tanto me divierten hoy se me han vuelto escazas, tantas historias, tantas noticias, tantos episodios por contar y tanto por reflexionar. El mundo está cambiando, nosotros estamos cambiando, tal vez todos los días sin ninguna predicción se nos acaba un mundo como se acaba un lunes y luego viene el otro, hemos cambiado y seguiremos cambiando, seguirán habiendo noticias, seguirá habiendo quien informe y a quienes no les importe estar informados. Estamos en transición y posiblemente sea para ser mejores, o peores tal vez, la cosa es que seguimos caminando en un terreno baldío que se llena con nuestras voluntades y nuestras decisiones que a veces carecen de conciencia, pero el destino nos invita a continuar y agradecer que sobrevivimos a un año, al 2013 a este que fue y será "El mejor de los peores".

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