(PD-BLOG) – La tecnología ha logrado una cobertura tan extraordinaria, que es frecuente que un producto quede obsoleto por la llegada de otro más novedoso, no obstante, al hablar de libros ¿es posible que los electrónicos reemplacen en su totalidad a los tradicionales de papel?
Por razones ambientales, de practicidad o nostalgia, este asunto se ha debatido fuertemente, sin embargo existe una premisa que nadie puede negar y es que si los libros tradicionales desaparecen, será en un día que aún no se vislumbra.
El libro electrónico ha tomado un auge increíble, al punto en el que en países como Inglaterra las ventas de ebooks superan a las de libros de papel, sin embargo si se habla de las generaciones futuras, lo que sí puede afirmarse es que los jóvenes consumen libros en todas las versiones, según una representante de la plataforma digital de Barnes & Noble, el mejor ejemplo es la saga de Harry Potter que demuestra que “el segmento joven no para de crecer” en todos los formatos.
Si nos referimos a las ventajas del libro tradicional, tal vez no sean tan válidas en teoría, pero no hay nada que pueda reemplazar la experiencia de abrir un libro, con todos sus colores, texturas y olores característicos. Los nostálgicos preferirían ver sus estantes llenos de sus títulos favoritos sin preocuparse de recargar la batería. Sumando que aún existen obras que no pueden obtenerse de manera digital.
Asimismo se pueden observar numerosas cualidades del ebook, un solo dispositivo contiene varios libros, se puede subrayar y hacer anotaciones ilimitadas, buscar información y palabras en el diccionario instantáneamente. Se habla de un aparato cómodo y práctico que representa el futuro del mundo literario, de hecho, se estima que para el año 2017 supere en ventas al libro de papel.
No obstante en países como Venezuela, esta situación es diferente; si bien es posible adquirir el dispositivo electrónico, la compra de los libros online es una acción que no todos pueden permitirse. En este escenario surgen nuevos problemas en la industria editorial semejantes a los de la industria de la música en referencia a la piratería, uno de los males que acarrean los libros electrónicos. La complicación se vuelve más grande para los editores dependiendo del país, por ejemplo, en España, a pesar de no cubrir los costos del material y el transporte, el importe del ebook es casi igual al del libro de papel a causa del alto impuesto del 21% que se debe pagar por lujo, mientras que el de un libro tradicional es de 4%.
Todos los días se hace notar la evolución tecnológica, no obstante todavía existen regulaciones que impiden que el libro digital desplace al de papel, una de las más importantes es el derecho sobre algunos títulos para poder hacer ediciones para este nuevo formato. Sin embargo si se habla de la situación actual podría decirse que las dos versiones se complementan. Amazon recientemente lanzó una promoción para adquirir de forma digital los libros que sus clientes hubiesen adquirido por medio de la página web desde su inicio a un precio bajo. Así el público puede disfrutar la experiencia de la reconciliación entre dos mundos vinculados por el mismo objetivo.
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