(ELUNIVERSAL) - Cinco largometrajes irán en busca de distribución internacional.
Venezuela tendrá presencia en el Festival de cine de Cannes. Cortos documentales, largometrajes de ficción y una caricaturista forman parte de distintas secciones del evento, que empieza mañana en Francia. Una mínima muestra que intenta ganarse un lugar en el mercado internacional.
El cortometraje Caracas en moto integra el catálogo del Short Film Festival Corner, una categoría no competitiva. La cinta de Daniel Ruiz Hueck, que ya ha participado en 30 eventos en el extranjero, refleja con humor el problema del tráfico en la capital del país. "El objetivo es buscar la venta entre distribuidores europeos", dijo el director venezolano, que trabaja en un documental sobre el apneísta Carlos Coste.
La misma misión tendrá La Casa del fin de los tiempos, la película de Alejandro Hidalgo que llevó a más de 600 mil espectadores a las salas el año pasado. El filme de suspenso se verá en la sección Marché du Film, que cuenta con más de cinco mil cintas que tratan de obtener una venta en el exterior. Azul y no tan rosa (Miguel Ferrari), Esclavo de Dios (Joel Novoa), La distancia más larga (Claudia Pinto Emperador) y Pelo malo (Mariana Rondón), serán los otros títulos que forman parte del mercado.
Otros cineastas también llevarán sus proyectos. Mariana Rondón y Marité Ugás estarán con Contactado en la sección Producers Network, en búsqueda de coproductores; Gustavo Rondón participará con La familia en La Fabrique Du Cinema Du Monde; mientras que Ángel Linares integra la Semana Internacional de la Crítica con el documental Las montañas invisibles.
Rayma será otra venezolana presente en el evento fílmico. La ilustradora participó en un documental de Stéphanie Valloatto, Caricaturistes. Fantassins de la Démocratie, que tendrá una proyección especial entre las películas principales. La periodista hasta recorrerá la alfombra roja vestida por su compatriota Oscar Carvallo.
Rayma fue uno de los 12 consultados para el audiovisual, que reúne testimonios de caricaturistas de países en los que la libertad de expresión está amenazada o ya no existe (Rusia, Palestina, Argelia, China). "Se grabó mucho material sobre mi trabajo y mi proceso creativo, mis rutinas, el acontecer nacional o mis relaciones con la gente y el país", había dicho antes a El Universal. Así, Venezuela no quedó fuera de la célebre cita francesa.
