Monica Lewinsky: no más silencio

(PD BLOG|VANITY FAIR) A 19 años del mayor escándalo sexual, que sacudió a los Estados Unidos y a los habitantes de la Casa Blanca, ha resurgido en la voz de la principal involucrada, Monica Lewinsky.

En una exlcusiva nota escrita por quien fuera becaria de la Casa Blanca para la revista Vanity Fair, surgen inevitablemente reminiscencias de los sucesos acaecidos en 1998 y del famoso vestido azul. “Es tiempo de quemar la boina, y enterrar el vestido azul”, así fueron las primeras palabras elegidas por Lewinsky para comenzar, haciendo referencia a la vestimenta usada cuando Clinton saludó a todos los empleados de la Casa Blanca, ella incluída. Agrega, “lamento profundamente lo sucedido entre el presidente Clinton y yo. Permítanme repetirlo, lamento profundamente lo sucedido”.

Luego de más de diez años de silencio virtual, ella asegura que muchos han creído a lo largo de los años que fueron los Clinton (Hillary y Bill) quienes compraron su silencio, sin embargo, según Lewinsky, nada está más alejado de la verdad. “Ha llegado un momento en el que debo dejar de caminar en puntas de pie alrededor de mi pasado”, expresó, “estoy determinada a tener un final diferente en mi historia”. Y al mismo tiempo aún no está segura de cuánto va a constarle ésta confesión, pero cree que pronto lo sabrá.

A lo largo de todo el texto, Monica asegura que aquel affair fue un concenso entre adultos, y que la humillación pública que sufrió apenas se supo, cambió radicalmente el rumbo de su vida. “Seguro, mi jefe se aprovechó de mi, pero algo debe quedar muy claro: esa relación fue consentida por los dos. Cualquier abuso propiamente dicho, vino después, cuando me convertí en un chivo expiatorio para proteger su poderosa posición”.

También cuenta que en los años siguientes, rechazó ofertas para contar su parte de la historia, que la habrían hecho ganar hasta 10 millones de dólares.

Lewinsky confiesa que su decisión de salir a la vida pública con su versión de la historia es en parte por su madre, pues ella revivía los hechos de 1998, cuando todo salió a la luz. Monica dice que llegó a pensar en quitarse la vida, pensando que sería para siempre humillada por lo que había sucedido con Clinton. Se describe a sí misma como la primera persona que fué mundialmente humillada por internet, y busca que su objetivo sea hablar en nombre de otras víctimas que han pasado por lo mismo, para defenderlas y protegerlas.

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