Un poco de historia y repaso de lo que se verá en #Cannes2014

(ELPAIS - PD BLOG) - El Festival Internacional de Cine de Cannes es una representación del talento cinematográfico en su máxima expresión, una proyección de las mejores películas del momento en donde la dirección y la producción de éstas tienen que ser perfectas en todos los sentidos posibles. 

Este certamen se viene celebrando desde 1939 oficialmente, aunque cabe destacar que los primeros eventos fueron a principios de la década de los 30 pero sin la acreditación oficial de la Federación Internacional de Asociaciones de Productores Cinematográficos (FIAPF). Al pasar los años el Festival empezó a ganar popularidad y respeto entre todos los cineastas y críticos cinematográficos del mundo, además del hecho de que esto tuvo lugar en pleno apogeo del cine, en donde empezaban a realizarse excelentes películas y cortometrajes.

Es importante recalcar que al principio ganaban todos, es decir, en las primeras magnánimas ediciones del Festival de Cannes había galardones y sonrisas para la casi totalidad de las películas participantes. Era, quizás, la manera de hacer amigos de un certamen inseguro y recién nacido.

Hoy el guion es distinto y pocas decenas de los miles de filmes que se apuntan al festival pasan la selección y llegan a sus salas. Y tan solo un puñado de ellos se lleva algún premio. No es para menos que triunfar en el festival de cine más conocido del planeta abra las puertas directas a la fama. También sirve arrasar en la planta inferior de la sede del certamen: allí se celebra, en los mismos días, el mayor mercado de cine del mundo.

La proyección de Grace de Monaco servirá de arranque de la 67ª edición del Festival de Cannes. Aunque, en realidad, el filme de Olivier Dahan viene calentando los motores del festival desde hace meses. El largometraje, que narra seis complicados meses en la vida de la fallecida actriz y esposa de Rainiero III, Grace Kelly, ha sido criticado por la familia real de Mónaco, que lo considera “poco riguroso históricamente y excesivamente glamorizado”.


Por otro lado, entre polémicas, estreno alternativo y dudas sobre su ingreso en la sección oficial, Abel Ferrara ha conseguido que Welcome to New York, que reconstruye el acoso sexual del que fue acusado Dominique Strauss-Khan, sea el otro filme que acaparra portadas y charlas previas.

Y es que desde que se creó la Palma de Oro (1955) como galardón la polémica en Cannes ha dicho presente, algo que no es para menos considerando que algunos cineastas lo colocan por encima del Óscar a la Mejor Película del Año. Al frente del jurado estará la cineasta neozelandesa Jane Campion, única directora de la historia en ganar una Palma de Oro, en 1993, con El piano.

El festival ha optado este año por una mezcla de pesos pesados (Cronenberg, los hermanos Dardenne, Loach, Leigh), habituales del certamen (Egoyan, Kawase, Zvygantsiev, Bilge Ceylan) y algún que otro nombre menos conocido, como el mauritano Abderrahmane Sissako y la italiana Alice Rohrwacher, tan emocionada que se echó a llorar cuando supo que estaría en La Croisette.

La escasa presencia española y latinoamericana en el certamen se ha vuelto algo habitual, lamentablemente. España cuenta en primera línea con dos coproducciones en la sección oficial y con Hermosa juventud, de Jaime Rosales, en Una cierta mirada. En cuanto a Sudamérica, el documental de Wim Wenders y Juliano Ribeiro Salgado compite en Una cierta mirada. A la vez, el colombiano Franco Lolli estará en la Semana de la Crítica con Gente de bien y Simón Mesa Soto presenta su cortometraje Leidi

Discurso aparte merece Argentina, la única en sonreír entre tanta depresión: Relatos Salvajes, de Damián Szifrón, va a por la Palma de Oro; Juajua, de Lisandro Alonso, en Una cierta mirada; Ardor, de Pablo Fendrik, entre las proyecciones especiales y Refugiado, de Diego Lerman, en la Quincena de realizadores.

Bajo tanto cine y glamur, se moverán también cantidades industriales de dinero. Durante la celebración del certamen, la industria se traslada a La Croisette para negociar la nueva temporada cinematográfica. Entre productores, distribuidores, agentes, proyecciones flash y pabellones nacionales en los que cada país promociona su cine, en Cannes se vende y se compra el presente y el futuro de las salas.

Estrellas, alfombras rojas, alquileres de joyas por miles de euros y de suites por bastantes más miles de euros. Los hoteles exclusivos de Cannes se visten de gala, los precios suenan a ciencia-ficción y los yates parecen salidos directamente de Star Wars. El Palais du Festivals (Palacio de Festivales) cuenta con 25 mil metros cuadrados de espacio para mostrar y celebrar cualquiera que sea el certamen que se celebre, además del hecho de que cuenta con 18 auditorios en donde normalmente se proyectan las películas y los cortometrajes.

Al final de cuentas el Festival Internacional de Cannes fue, es y será uno de los Festivales más importantes de cada año, siempre mostrando una objetividad y una imparcialidad que lo caracteriza como uno de los mejores eventos cinematográficos y por consiguiente no es de extrañarse que sea muy difícil obtener la oportunidad de participar en él porque, hoy en día, en Cannes ya pocos ganan, pero todos quieren estar.

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