(EL NUEVO HERALD) - El ministro ruso de Relaciones Exteriores Sergei Lavrov dijo el domingo que los manifestantes que atacaron el sábado la embajada de Rusia en Kiev “querían apoderarse del edificio y ver correr la sangre”.
“Nuestros diplomáticos sintieron que los atacantes se querían apoderar físicamente de la embajada”, dijo Lavrov, citado por agencias de prensa. “Hay razones para creer que querían ver correr la sangre”, añadió.
Manifestantes nacionalistas con carteles donde se leía “Kremlin, fuera de Ucrania”, se subieron el sábado en las rejas de la embajada de Rusia en Kiev, rompiendo ventanas y atacando vehículos diplomáticos.
Rusia protestó por ese ataque y denunció la pasividad de la policía ucraniana frente a estas “acciones provocadoras”, mientras que Estados Unidos condenó la agresión e instó a Kiev a respetar la Convención de Viena que obliga a garantizar la seguridad de los edificios diplomáticos.
La manifestación se organizó en protesta por el derribo de un avión ucraniano de transporte de tropas que causó 49 muertos, el ataque más mortífero de los insurgentes prorruosos en el oriente separatista.