Colin Firth: clásico, elegante y británico

(PD BLOG|EL PAIS) Nacido en Hampshire en 1960, es referente absoluto del caballero inglés. A dónde sea que vaya siempre acarrea consigo un traje negro, un chef italiano y a su esposa Livia.
Su fama ha ido in crescendo y es de los actores más solicitados a ambos lados del Atlántico, su histrionismo maravilla a sus compañeros de reparto, tanto así que la gran Meryl Streep dice de él: “Representa al tipo maduro y autoconsciente con el que sueñan todas las mujeres.”

El propio Firth no se cansa de decir que él es un actor de reparto, e insiste en que nunca ha querido que eso cambie, pues no está en el el deseo de ser una estrella, prefiere que simplemente lo consideren un buen intérprete.

“Colin es una bendición para cualquier guionista, puedes poner cualquier cosa en su boca, hacerle partícipe de cualquier situación, y él lo resuelve con la misma facilidad con la que tú y yo abrimos un paraguas. Ese es su gran talento, encajar cualquier modelo, cualquier gag, y que parezca que no está actuando. Como cuando te vas con un amigo a tomarte un café y te cuenta qué tal le va”, dice Richard Curtis, guionista y director de Love Actually. Y al igual que aquel personaje, Colin también aprendió un idioma ajeno al suyo para conquistar al amor de su vida, una productora ejecutiva italiana.

A lo largo de su carrera, Colin Firth estuvo en la piel de Mr. Darcy de la célebre Orgullo y Prejuicio de Jane Austin, y hasta personificó al rey Jorge en su lucha contra la tartamudez.

Dice de ser actor que: “El día que dejemos de hacer cine para pensar, estaremos cavando nuestras propias tumbas.”

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