La lepra es una enfermedad infecciosa, que no se trasmite siempre y cuando se cuente con el debido tratamiento, sin embargo el no recibir tratamiento adecuado si transforma a un enfermo de lepra en fuente de contagio por la inmunidad a ciertas bacterias.
La causante de éste enfermedad es una bacteria que fue descubierta en 1874 denominada mycobacterium leprae, la cual luego llegaría a denominarse bacilo de Hansen, en honor a su descubridor, el noruego Gerhard Armauer Hansen.
Antiguamente la lepra fue una enfermedad incurable, avergonzante y mutiladora. Por más de cuatro mil años, la lepra ha afectado a la humanidad. Registros históricos cuentan que los primeros casos de lepra se dieron en el 2000 a.c en la India. En escritos se la denomina como kilasa y se detallaba que su cura se llevaba a cabo con plegarias. El estigma social que desde tiempos inmemoriales se ha creado alrededor del enfermo de lepra, obstaculiza aún hoy día los tratamientos precoces.
Cuenta un texto antiguo que los leprosos eran “sepultados en vida”, separados de la comunidad, sólo avisaban de su existencia con una campana. Su única ayuda la constituían los religiosos, que sin poder ofrecerles una cura, si les brindaban consuelo espiritual.
Luego hacia 1995, la Organización Mundial de la Salud, estimó que entre dos y tres millones de personas estaban discapacitados de forma permanente por haber padecido lepra. Alrededor del mundo aún existen leprosarios, sitios donde se solía poner a los enfermos en cuarentena segregándolos de la comunidad, medidas que se han considerado como innecesarias y poco éticas.
SINTOMAS:
En éste caso, trabaja en función de la reacción inmune del paciente. Generalmente se destacan dos tipos.
1-Lepra tuberculoide: produce grandes manchas hiperestésicas o sensibles, y luego anestésicas. En este caso hay poca presencia de bacterias.
2-Lepromatosa: se producen grandes nódulos en la piel. En este caso a medida que las lesiones progresan van causando grandes deformaciones. En presencia de éste tipo de lepra, hay una extensa destrucción de tejido, como el cartílago nasal y orejas. Se afectan los nervios periféricos sufriendose pérdidas sensoriales.
Las posibilidades de contagio se dan si hay una persona enferma de lepra y una persona sana pero suceptible de adquirirla, por una disposición genética.
CIFRAS:
India es el país con mayor número de casos de lepra. Lo sigue Brasil, y en tercer lugar se encuentra Birmania.
Para 1999, la incidencia mundial de la lepra se calculaba en 640 mil casos. Ya en el año 2000 la OMS contabilizaba 91 países con lepra epidemiológicamente endémica, por lo que la cifra ascendía a 738.284. India, Birmania y Nepal poseían el 70 % de los casos.
En 2002 fueron detectados 763.917 casos en el mundo. La lista de la OMS cambió a Brasil, Madagascar, Mozambique, Tanzania y Nepal como los poseedores del 90 % de los casos.
De 2003 a 2004 los casos descendieron a 170.000, pero en 2004 se contabilizaron 407.791 nuevos casos.
Científicos alemanes, bajo la dirección de Johannes Krause estudiaron los esqueletos de cinco personas que fallecieron de lepra en un lapso que fue desde el siglo XI al XIV, en cuyas dentaduras se encontraron abundantes rastros de ADN del bacilo de Hansen, causante de la lepra. Al comparar el ADN medieval con el de los virus actuales descubrieron que eran casi idénticos. El estudio concluyó que después de varios siglos de epidemias, el ser humano se fue haciendo cada vez más resistente a la lepra, teniendo ciertas mutaciones genéticas que los hicieron menos susceptibles a contraer la enfermedad.
FUENTE: Portal de Historia: las primeras epidemias de la historia
FUENTE: Portal de Historia: las primeras epidemias de la historia