El fin de semana pasado ofreció un concierto en Ciudad de México que finalizó con abucheos y protestas por los escasos 50 minutos que ofreció de espectáculo, el retraso de 45 con el que se presentó en el escenario y el excesivo tiempo que se tomaba entre canción y canción. Antes, en febrero pasado, el "Sol" no llegó a su presentación en Mérida, Yucatán.
El sobrepeso del cantante se convirtió en viral y numerosos memes de Luis Miguel inundaron la red para evidenciar su falta de forma física. La crítica asegura que el intérprete se muestra incapaz de ofrecer la calidad musical a la que estaba acostumbrada su audiencia. Según el diario Reforma, a su sello discográfico Warner Music no le agradó el último álbum del artista por no contar con los estándares de calidad adecuados.
Luis Miguel, el gran divo de la música, cantante capaz de vender más de 100 millones discos y de permanecer en la cumbre del éxito durante más de 30 años, batalla ahora en territorio desconocido, el de la crítica. Le toca actuar frente a una audiencia que dejó de rendirle honores para pasar a cuestionarle y exigir calidad en sus actuaciones.