El Villarreal frena la euforia valencianista

(MARCA) - Andaban algunos en Valencia haciendo cábalas sobre los puntos necesarios para arrebatar la segunda plaza liguera al Real Madrid, lo que no deja de ser un brindis al sol cuando aún no tienes ni amarrada tu presencia en Champions.

El Villarreal ha venido a poner un poco de cordura en este debate artificial, con un empate en Mestalla que aleja montentáneamente al Valencia de la tercera plaza. Eso sí, sigue estando en los puestos de privilegio con un colchón de tres puntos sobre el Sevilla, al que debería pasar factura, tarde o temprano, su esfuerzo europeo.

La lectura pues sigue siendo positiva, porque el cuarto puesto era la meta inicial de este equipo. Todo lo que venga por añadidura, bienvenido sea, pero en ningún caso puede ser un objetivo prioritario y mucho menos una exigencia.

El empate final se gestó en una primera parte en la que los amarillos fueron algo mejores, un dato que no se tradujo en ocasiones reseñables. De hecho, Diego Alves no tuvo que intervenir a fondo en todo el partido, lo que habla a las claras de la solvencia de la zaga che. Que un rival como el Villarreal no te cree ocasiones explica, entre otras cosas, la salvajada de puntos que suma el Valencia a estas alturas de campeonato.

Una falta botada por Jonathan dos Santos que Alves despejó con ciertas dudas, tras esperar hasta el último momento un posible remate de cabeza de Musacchio, fue el único peligro del 'Submarino' en un encuentro en el que los hombres de Marcelino demostraron una capacidad de sufrimiento a la que no estamos habituados.

El Valencia en cambio esperó a la segunda parte para dar señales de vida en ataque. Ese paso al frente quizás llegó demasiado tarde, pero lo cierto es que los locales acabaron encerrando en su área a un Villarreal que dio por bueno el punto.

La primera y más clara ocasión del encuentro llegó a los 70 minutos, en una doble intervención deAsenjo en la que el cancerbero palentino demostró más reflejos que pericia a la hora de despejar sendos remates de Rodrigo y Alcácer.

Fue quizás el pistoletazo de salida para un Valencia que mejoró con la entrada de hombres como Rodrigo y Negredo. Un Villarreal lastrado por las bajas trataba por su parte de aguantar el tirón local, pero con el paso de los minutos se convenció de la conveniencia de firmar el empate.

Una chilena de Negredo que no puso en verdaderos aprietos a Asenjo y una falta de Parejo que se perdió por poco por encima del travesaño fue lo último que se supo del Valencia en el partido. El empate era un hecho y tocaba sacar todas las lecturas posibles.

La situación del Valencia, repetimos, sigue siendo envidiable, pero conviene no pensar en pajaritos que puedan despistar al equipo.

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