5 formas de hacer del ejercicio algo más motivante

(UPSOCL) - Muchas veces nos vemos atrapadas en la paradoja de querer ejercitar pero realmente querer llegar a tirarnos a nuestra cama o sofá y simplemente olvidarnos del día. Si lo que te falta es motivación, es posible que estés viendo el ejercicio de una forma que no es la indicada. Incluso si ejercitar no es lo que más te gusta hacer en el mundo, debiese tener algo en sí que te motivase y te hiciese desear que las horas pasaran más rápido sólo para llegar a casa, cambiarte de ropa y salir.

Muchas veces somos culpables de obligarnos a hacer cosas que no nos motivan o simplemente tomar caminos equivocados sin darnos cuenta de ello. Hoy es momento de reflexionar y verlo más allá de lo físico. No por nada siempre decimos que mente, cuerpo y alma son sólo uno.

1. Si lo que haces te aburre, cambia
Si sólo pensar en ir al gimnasio te hace querer llorar y si cada vez que posas tus ojos sobre tu bolso donde guardas tu ropa de ejercicio odias lo que sabes que tendrás que hacer al final del día, entonces es hora de cambiar. Busca un ejercicio que se adecue a tu personalidad, algo que te motive y que cumpla con las metas que tengas. La idea es que no puedas esperar el momento de llegar e irte al gimnasio o a correr. Si llevas un tiempo haciendo algo que solía motivarte y ahora te aburre, la solución es la misma. No dejes que el ejercicio te defina a ti y escoge tú misma darle sentido a lo que haces.

2. No lo veas sólo como una forma de gastar calorías
Si sólo vemos el deporte como una forma de aumentar nuestro gasto calórico será muy sencillo tentarnos a comer menos sólo para evitarlo. El deporte es mucho más que eso: es algo que te desestresa, te hace sentir bien, ayuda a que tu cuerpo se desarrolle y se relaje, entre muchos otros beneficios. No tengas miedo de ser una de esas chicas que ejercita sólo porque sí y no necesariamente porque desea bajar de peso.

3. Ten una meta que vaya más allá de la apariencia física
Muchas veces nos concentramos sólo en lo físico, y con ello me refiero a la forma en la que nuestro cuerpo comienza a cambiar. Si bien es emocionante ver todo el progreso que vamos teniendo (y no digo que dejes de sentirte feliz con ello) también es interesante tomar en cuenta que ahora puedes levantar dos kilos más que antes, que puedes correr 15 minutos sin parar sobre la trotadora o que ahora puedes hacer 20 sentadillas en vez de sólo 10. De esta misma forma te plantearás el ejercicio como un desafío que va mucho más allá de los kilos y que siempre tiene nuevas metas que conquistar.

4. Crea una playlist que te motive
¿Cuántas veces no te has sentido un poco más ruda o un poco más capaz sólo porque comenzó a tocarse la canción indicada en tu reproductor de música? Este es un elemento que puede ser motivante en sí mismo y que si bien a veces lo usamos para distraernos y sentir que el tiempo pasa más rápido, también puede ser usado para concentrarnos de forma más específica en lo que hacemos. Existen distintas plataformas que te permitirán escuchar música de forma gratuita si no tienes tiempo de hacer tu propio playlist.

5. Recuerda lo bien que te sientes luego de ejercitar
Esa sensación de “lo hice aunque pensé que no podría” o “lo hice aún mejor de lo que esperaba” y no olvidemos el clásico “si puedo hacer esto entonces puedo hacer cualquier cosa.” Es extraño, pero son sentimientos e ideas que se pueden aplicar a diferentes áreas de nuestra vida y que nos demuestran lo mucho que podemos lograr si lo intentamos.

Related Posts