La migraña, (a veces llamada cefalea, jaqueca o hemicránea) tiene origen biológico y genético: si tu mamá o alguien de la línea materna la sufría, es probable que tú también la padezcas.
Existen factores ambientales que también la pueden desencadenar: el estrés del trabajo, el consumo de algunos alimentos, cambios en la geografía o la temperatura o la práctica de ejercicio extenuante.
Celebridades como Sharon Stone, Janet Jackson, Lisa Kudrow o Serena Williams han tenido que interrumpir en numerosas oportunidades grabaciones, partidos y conciertos por un episodio de migraña.
¿Qué hacer? Inicialmente, debes saber cómo reconocer la migraña, clasificar qué tipo de migraña es, llevar un diario de la frecuencia y síntomas y recibir un tratamiento con el neurólogo.
Tipos de migraña
La Sociedad Internacional de Cefalea [IHS por sus siglas en inglés] clasifica la migraña en tres grupos:
Migraña con aura: El aura es el ‘prólogo’ de este dolor de cabeza. Los síntomas son visuales [cuando se ven luces titilantes], se puede sentir náuseas por algún olor muy fuerte, calambres o adormecimientos en una zona del cuerpo y puede durar hasta 48 horas antes del dolor de cabeza. Todo este episodio se considera como un complejo migrañoso, incapacitante, dependiendo del nivel de dolor.
Migraña sin aura: Es el tipo de migraña más común. El dolor se establecerá en la cabeza sin síntomas previos. Es frecuente en la zona trasera del ojo o alrededor de la sien o en la zona temporal, dependiendo de cada paciente.
Migraña retiniana: Es una cefalea que se acompaña una amaurosis [ceguera], es decir que mientras dura el dolor, el paciente deja de ver. Cuando el dolor cesa, el ojo vuelve a funcionar normalmente y no sufre daño.
Consejos
Si tienes un familiar con migraña, evita los factores que la desencadenan.
Si ya presentas cefalea, lleva un cuaderno de los episodios migrañosos, los síntomas y qué piensas que la originó. Ayudará mucho al tratamiento que te brinde el neurólogo.
Practica un ejercicio físico moderado y respeta tus horas de sueño.
No abuses de los analgésicos porque te puede dar ‘cefalea de rebote’ o migraña por abuso de medicamentos.
Si tienes más de dos meses padeciendo de migraña consulta a tu médico por medicamentos preventivos [deberás tomarlos todos los días así te duela o no la cabeza], no abortivos del dolor [cuando ya existe migraña].
¿Qué la origina?
Cambios hormonales: ciclo menstrual, embarazo o menopausia.
Comidas y bebidas: queso, alcohol [vino tinto], chocolate, exceso de azúcar o de sal, embutidos y el ayuno.
Estrés diario y estímulos sensoriales [luz, sonidos, olores fuertes].
Cambio en los horarios de sueño: no dormir regularmente, turnos variables en el trabajo.
Ejercicio físico intenso.
Cambios de temperatura.
Anticonceptivos orales en las mujeres jóvenes.