(PD BLOG) Cuando el mandatario boliviano Evo Morales presentó el miércoles el "crucifijo comunista" como presente al Papa Francisco, la reacción del sumo pontífice no fue menos que ladear su cabeza de un lado a otro y decir: "Eso no esta bien". En el clásico intercambio de obsequios, Francisco dió a Morales un mosaico de María patrona de Roma.
Mientras Evo le explicaba de qué se trataba su presente, podía escucharse al Papa decir "Eso no esta bien", mientras meneaba la cabeza, y a pesar de que las voces se opacan por el constante sonido de las cámaras de fotos, la vergüenza de Francisco se volvía evidente.
La cruz transformada en martillo y una hoz (símbolos comunistas) fue creada en 1970 por Luis Espinal Camps, misionario muerto en 1980 durante la dictadura.