Los alimentos bajos en proteínas y con altas cargas de hidratos son importantes para conseguir un mejor aprovechamiento de nutrientes. Esos hidratos los proporcionan tanto los cereales como los frutos secos, estos harán que nuestro organismo responda perfectamente a cualquier esfuerzo físico. Maní sin sal, almendras, nueces son los más recomendados en este aspecto.
Además de los alimentos de rigor, el agua, sin duda es lo más relevante a la hora de entrenar, ya que al mantener los músculos y articulaciones hidratadas, se previene cualquier tipo de lesión y contratiempo. De esta manera reponemos los minerales que perdemos a la hora de sudar.