
La nueva tecnología capta la actividad cerebral mediante una gorra especial con electrodos. Posteriormente, el dispositivo envía esas ondas de manera inalámbrica a un ordenador y las descodifica antes de transmitirlas a otros electrodos situados en las rodillas del paciente, que estimulan los músculos y le permiten mover sus piernas.
Para volver a aprender a caminar, el hombre tuvo que afrontar varios meses de entrenamiento. Los trabajos incluían sesiones de fisioterapia (para fortalecer los músculos) y un entrenamiento cerebral, basado en un videojuego en el que el paciente tenía que controlar los movimientos de un personaje mediante sus ondas cerebrales.
An Do, especialista en lesiones medulares de la Universidad de California y uno de los doctores que atiende al paciente, aseguró que el método resulta “prometedor” y supone un avance respecto a la utilización de exoesqueletos.