The Economist Itelligence Unit publicó su índice sobre "calidad de muerte" que estudia los cuidados paliativos en 80 países y que advierte que el envejecimiento de la población convertirá este tema en dominante.
El estudio dedica un apartado especial a España, que aparece en el lugar 23, para analizar la cuestión del impacto de las estrategias nacionales, y concluye que "pese a su fortaleza en muchas áreas de los cuidados paliativos, todavía tiene trabajo que hacer".
En un país que prioriza morir en casa, "estamos cerca de tener las unidades a domicilio y los equipos médicos que necesitamos", pero "lejos de tener suficientes unidades para niños", dice el especialista español citado en el estudio, el profesor Javier Rocafort Gil.
El estudio concluye que los cuidados paliativos cobraran protagonismo en todas las sociedades por "los sísmicos cambios demográficos".