(Diario Sport).- El duelo entre Barça y PSG, más allá de los puntos en común por los futbolistas con currículum en ambos vestuarios (Ibrahimovic, Motta, Maxweell..) también tendrá otra curiosidad. El hecho de que las economías de los dos clubs estén 'alimentadas' por los 'petrodólares' de Catar, aunque de manera diferente. El club parisino es propiedad de los inversores cataríes, mientras que la entidad catalana sigue en manos de sus socios.
La familia real de Catar compró el histórico club francés y el dueño Nasser Al-Khelaifi y el jeque Tamim bin Hamad Al-Thani, primo del jeque del Málaga y presidente del club, han inyectado 185 millones de euros a la búsqueda del gran sueño, la Champions.
Los nuevos propietarios no han reparado en gastos y según iban pidiendo el director deportivo Leonardo y el técnico Carlo Ancelotti, iban contratando: 43 millones por Javier Pastore; 30 por Ezequiel Lavezzi y casi 70 millones para contratar a las dos estrellas del Milan, Zlatan Ibrahimovic y Thiago Silva. El objetivo, no ya ganar la Liga francesa, que lideran provisionalmente, sino la Champions.
La lista de contrataciones, entre las que se incluyen otros blaugrana como Maxwell o Motta, parece interminable y se nutre de la inmensa fortuna de su propietarios que controlan el Banco de Doha y tienen intereses en cadenas hoteleras, empresas de telefonía y energéticas, aerolíneas y otra miríada de negocios repartidos por todo el mundo, con presencia en treinta países.
UN CASO DIFERENTE AL DEL BARÇA
En el caso del fútbol, es el fondo de inversión Qatar Sport Investment (QSI), una de las ramas del Fondo Soberano de Inversión de Catar, el que vehicula la inversión en el mundo del deporte, que también se destina al patrocinio del Barça, en principio a través de Qatar Foundation y a partir de la próxima temporada, de Qatar Airways.
La entidad blaugrana ingresará 171 millones de euros en los cinco años de vigencia del acuerdo por lucir en su camiseta ambas marcas.
El del París Saint-Germain no es el mismo caso que el del Barça, excatamente. Mientras que la entidad blaugrana se mantiene como entidad deportiva propiedad de sus socios, el PSG es propiedad de QSI después de abonar 50 millones de euros.