(EN) - El ministro de Exteriores de Uruguay, Luis Almagro, consideró hoy "adecuado" y "lógico" que el presidente electo paraguayo, Horacio Cartes, haya rechazado la invitación a asistir en junio a la próxima Cumbre del Mercosur, un bloque del que Paraguay está suspendido desde 2012.
"Me parece muy lógico y muy adecuado", indicó a la televisión uruguaya Almagro, cuyo país había invitado a Cartes a asistir a la cita presidencial.
En opinión del ministro, "si estuvieran los dos presidentes, el presidente en ejercicio y el electo, se puede dar la posibilidad de que el presidente electo asista a la cumbre" como invitado, pero al no ser así "queda un poco raro".
Tras su triunfo electoral del pasado domingo, Cartes recibió una llamada del jefe de Estado de Uruguay, José Mujica, que lo invitó a la cita presidencial del próximo 28 de junio.
Uruguay ostenta actualmente la presidencia temporal del bloque, formado también por Argentina, Brasil y Venezuela, y que había puesto como condición para levantar la suspensión de Paraguay que el país celebrara elecciones en un marco democrático y pacífico.
Junto con Mujica, la mandataria argentina, Cristina Fernández, compartió la invitación a Cartes con un "lo esperamos en el Mercosur", mientras que la brasileña Dilma Rousseff anunció al paraguayo su "disposición a recomponer las relaciones" con el grupo.
Cartes, que en representación del Partido Colorado derrotó al gubernamental Partido Liberal en las elecciones del domingo, descartó enseguida que pueda asistir a esa cumbre porque, según dijo, no puede asumir "compromisos que no le corresponden", ya que su investidura está prevista para el 15 de agosto.
El actual gobernante, Federico Franco, está enfrentado con sus otros socios del bloque desde que Paraguay fue suspendido del grupo en represalia por el juicio político en el Congreso que significó la destitución de su antecesor, Fernando Lugo, y le aupó al poder desde la vicepresidencia.
Aquel proceso fue considerado un "golpe de Estado parlamentario" por Argentina, Brasil y Uruguay, que aprovecharon la ocasión para materializar el ingreso de Venezuela en la cumbre que se celebró inmediatamente después en la ciudad argentina de Mendoza.
Ese último paso, autorizado años antes por los Ejecutivos y Legislativos argentino, brasileño y uruguayo, así como por el Gobierno de Lugo, estaba trabado por la negativa del Senado de Paraguay, uno de los países fundadores del Mercosur.
Esta secuencia de acciones ha sido cuestionada, no solo por Franco, sino también por varios líderes políticos de la región que participaron en la fundación del bloque en 1991 o en sus primeros años de vida.
Además de estar suspendido del Mercosur, Paraguay está también suspendido de la Unión Sudamericana de Naciones por los mismos motivos.