
La temperatura de la jornada subió desde temprano con la denuncia del líder opositor Henrique Capriles de que un cercano colaborador suyo fue detenido, un hecho que consideró un intento del oficialismo por acallar las manifestaciones.
Ataviados con los colores amarillo, azul y rojo de la bandera nacional, simpatizantes de la oposición se concentraron en las principales ciudades de Venezuela.
Con Capriles a la cabeza, los líderes de la oposición lanzaron consignas contra la ley que confirió a Maduro poderes para gobernar por decreto durante un año, en momentos en que el Gobierno asegura que enfrenta una "guerra económica" pergeñada desde la oposición con ayuda de Estados Unidos.