
La campaña política reinició el pasado jueves tras poco
más de un par de semanas de veda por las fiestas de Navidad y de Año Nuevo
impuesta por el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), que durante ese periodo
prohibió a los candidatos pagar anuncios en medios de comunicación.
Cuando falta menos de un mes para los comicios, las últimas
encuestas ubican al candidato del gobernante Partido Liberación Nacional (PLN),
Johnny Araya, luchando por el primero lugar con José María Villalta, del
izquierdista Frente Amplio.
Una encuesta del Centro de Investigación y Estudios
Políticos (CIEP) de la estatal Universidad de Costa Rica, indicó en diciembre
que Araya suma un apoyo del 17,4 por ciento y Villalta un 15,7 por ciento.
Mientras una de la firma Unimer, también de
diciembre, situó a Villalta con un 22 por ciento de los decididos a votar,
seguido por los aspirantes del derechista Movimiento Libertario, Otto Guevara,
y el oficialista Araya, con un 19 por ciento cada uno.
En ambas encuestas, aplicadas a finales de noviembre,
el porcentaje de indecisos ronda el 30 por ciento y otro 30 por ciento es
considerado como posibles abstencionista.
Ningún candidato alcanza el 40 por ciento de votos
válidos necesarios para ganar las elecciones en una primera ronda.
El analista político Claudio Alpízar dijo a EFE que a
partir de noviembre se evidenció una “sensible baja” en el apoyo a Araya y una
subida “paulatina” de Villalta y Guevara, que los han puesto “en una relación
de iguales”.
“Lo que viene en enero será determinante para tener más
cercanía y seguridad de si la tendencia se mantiene o de si se pudiera
polarizar la elección entre dos candidatos”, explicó Alpízar.
El analista comentó que la posibilidad de una segunda
ronda es cada vez más cercana al punto de que el PLN, que antes de noviembre
figuraba como amplio favorito, ha empezado a considerarla a lo interno.
La caída del apoyo a Araya, de hasta 20 puntos en
tres meses según una encuesta de la firma Unimer publicada en noviembre, se
debe a dos factores principalmente, según Alpízar.
El primero es que la campaña del candidato ha querido
presentarse como “independiente” de los últimos 8 años de Gobierno del PLN, lo
cual “fue un error, al no resaltar los logros y presentar resultados”, comentó
el analista.
“El costarricenses es el elector más crítico de
Latinoamérica y las actitudes de fingir que el candidato oficial no es tan
oficial, le ha pasado una factura grave”, aseguró.
El otro factor es el ascenso del diputado José María
Villalta, una figura joven de 36 años que ha basado su campaña política en
proponer un cambio y terminar con los gobiernos de “los mismos de siempre”.
“Su crecimiento lo concentro en un disgusto ciudadano
por la falta de resultados concretos y una acumulación de casos de corrupción”
en los últimos gobiernos, explicó Alpízar.
El analista descartó que el ascenso del Frente
Amplio, un partido pequeño que no ha gobernado y que nunca ha tenido más de un
diputado en el Congreso, pueda considerarse como un resurgimiento de la
izquierda como ideología, y más bien apuntó a que se trata de un fenómeno de
protesta contra los partidos tradicionales.
Lo cierto del caso es que la cifra de indecisos se
ubica entre un 30 y un 40 por ciento del electorado en casi todas las encuestas
que se han publicado, y es probable que sea esta masa de votantes la que
termine decidiendo si da continuidad al PLN por tercer periodo consecutivo tras
los gobiernos de Óscar Arias (2006-2010) y Laura Chinchilla (2010-2014).
Se prevé que este enero la campaña política caliente,
pues tras su inicio, el pasado 2 de octubre, se ha percibido una gran apatía de
la gente y pocos signos externos y anuncios promocionales de los candidatos.
Villalta ha tratado de conquistar al electorado
proponiendo un gobierno con un Estado más fuerte, fortaleciendo instituciones
públicas como la Caja Costarricense del Seguro Social, el Ministerio de Obras
Públicas y Transportes y el Instituto Costarricense de Electricidad.
También ha anunciado una reforma tributaria para que
los ricos paguen más y su intención de renegociar los tratados de libre
comercio que Costa Rica tiene vigentes.
Araya también ha apostado por el fortalecimiento de
algunas instituciones públicas, una reforma fiscal y prometió erradicar la
pobreza extrema con la generación de más empleos, la atracción de inversiones y
un mayor apoyo al comercio internacional y la producción local.
El próximo 2 de febrero cerca de 3,1 millones de
costarricenses están llamados a las urnas para escoger entre 13 candidatos al
presidente y los 57 diputados del Congreso para el periodo 2014-2018.