Luego de una ida que supo manejar
el conjunto bávaro sin problemas que terminó ganado 0-2, en el Allianz Arena
pudo sellar su pase a cuartos de final con 1-1, que significó el primer empate en los últimos 25 encuentros
como local en Champions, ostentando 21 triunfos. Gracias a esto eliminó al
Arsenal que de nuevo se queda con las manos vacías en octavos de final. Catorce
veces han disputado con Wenger esta fase de la competición, en las que las últimas
tres les ha tocado irse.
Los muniqueses fueron asfixiantes
con o sin pelota desde el primer momento. Al estilo Barcelona, adelantaron
líneas con los defensores jugando casi en la mitad de la cancha, atrapando a
los Gunners en su área, quitándoles la posesión de la esférica. Todos se
conectaban con las jugadas y así sucesivamente, Bayern pudo alcanzar el dominio
total del primer tiempo.
Al 26’ llegaba el primer aviso
con un gol anulado a Thiago por fuera de juego, pero las oportunidades no
dejaron de llegar en las que faltó el factor suerte y el último toque. Definir
en qué posición se desenvolvió cada jugador es complicado, ya que Pep apostó
por sus piezas más polivalentes, con constantes rotaciones. Salió con la
novedad de Lahm en el lateral derecho y Javi Martínez de regreso a su posición
de oficio, como defensor central. Schweinsteiger acompañó a Thiago en la
contención mientras que Robben, Gotze y Ribéry le conectaban los balones a
Mandzukic.
Arsenal aguantó como pudo, tanto
la presión que ejercía los bávaros en la ofensiva al igual que en la salida del
visitante, a los que a cada hombre lo marcaban tres más. Todo esto hizo que
Fabianski fuera la figura del partido y que gracias a él la cuenta no fue más
grande.
En el segundo tiempo entró
Rosicky por Ozil que sufrió un desgarro en los isquiotibiales en una pierna,
como ha declarado Wenger a la prensa, dejándolo fuera varias semanas. Pero no
todo fue negativo, la entrada del checo revolucionó el juego de los ingleses
siendo el conductor de las contras y el filtro de cada balón. Esto les aportó
seguridad y mejoraron notablemente.
No fue impedimento para que
Schweinsteiger marcara el primero al 55’, luego que Gotze se colara por la
banda izquierda, se confabulara con Ribéry quien asistió al alemán solo ante el
portero, a lo que la defensa actuó muy tarde, logrando su segundo gol en cinco
partidos de Liga de Campeones.
En la acción siguiente, esta vez
de Arsenal, Lahm tendría una lucha con Podolski que terminaría perdiendo al
tirarse buscando la falta, que el árbitro no cobró, y solo frente a Neuer selló
el empate final.
A continuación, entraría Kroos
por Gotze para colaborar no solo en la creación sino en la defensiva, con su
talento en remates largos y su buena compenetración con Schweinsteiger. Aunque
se evidenció en los rojos la actuación, tirándose para buscar y beneficiarse
con las faltas pitadas por el árbitro.
A medida que pasó el tiempo,
Arsenal encontró más el balón y fluidez pero la falta de claridad para definir
las jugadas no se tradujo en gol y le pasó facturas, mismo caso en Bayern que
tuvo varias. Ya para finalizar el partido, se cobró un penal dudoso a favor de
los de Pep, cobrado por Muller pero que Fabianski paró quedando en la línea de
meta, y que con agilidad pudo sacar.
Pasan tranquilos a cuartos de
final en espera de su próximo rival y rompen otro récord para su cuenta
personal. Si ya en Bundesliga el fin de semana pasado habían obtenido 16
triunfos seguidos, con este global de 3-1 ante Arsenal alcanzaron las 61
anotaciones en 61 partidos.
