(INFOBAE) - La selección de Brasil y la de Chile se enfrentaron en un clásico sudamericano en los octavos de final del Mundial Brasil 2014. Un duelo en el que el anfitrión necesitaba ganar y seducir a su público ante un rival que cotiza al alza tras su sólida actuación en la fase de grupos.
El estadio Mineirao de Belo Horizonte fue el escenario del primer choque de octavos, un partido en la cúspide entre el equipo de Neymar, candidato natural al título, y el conjunto de Alexis Sánchez, que ya dejó en la cuneta a España y buscaba escalar a cotas mayores.
Brasil encaró el duelo con la obligación de ganar, convencer a su hinchada y demostrar que Neymar también puede ser decisivo ante defensas férreas y equipos que presionan en todo el campo, como es el caso de Chile. Se notó en los himnos, dónde todo el estadio cantó para brasil y silbó a Chile.
Definido en ronda de penales, Barsil logró su objetivo tres por dos ante Chile.
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