(CLARÍN) - Como muchos monumentos, símbolos y certezas culturales en estos tiempos de crisis, el Coliseo romano se está rompiendo y está en urgente necesidad de restauración. Según el diario inglés The Guardian, el edificio que fue el escenario de despiadados entretenimientos del Imperio Romano tiene por lo menos 3.000 “lesiones”. Y en muchas partes se va desplomando por falta de arreglos.La propuesta de rescate más reciente vino de las manos de un fabricante de zapatos de lujo, Diego Della Valle, quien ofreció 25 millones de euros para las reparaciones a cambio a los derechos exclusivos del edificio de casi 2.000 años.
¿Una locura? No de Della Valle: en 2010 el gobierno de Silvio Berlusconi decidió pasar la restauración al sector privado. Della Valle fue el único ofertante en un concurso para restaurar el Coliseo, trabajo que incluye la limpieza de la estructura de su fachada, ennegrecida por el smog.
Sin embargo, ahora una investigación plantea dudas sobre la transparencia de licitaicón y el multimillonario amenaza con romper el acuerdo.
Della Valle manifestó su intención de rescindir el contrato durante un encuentro con el ministro de Cultura italiano, Lorenzo Ornaghi, apuntó una declaración del Ministerio. Ornaghi le pidió a Della Valle –dueño de la empresa de zapatos Tod’s– un tiempo para reflexionar, antes de tomar una decisión definitiva, añadió el comunicado.
Investigadores en Roma y la máxima corte administrativa italiana están analizando la demanda de un sindicato, según el cual el proceso de licitación para los trabajos de restauración en el anfiteatro careció de transparencia. La investigación aún se encuentra en su etapa inicial y, según los medios de comunicación, aún no surgieron evidencias de delito.
Entre las condiciones del trato estaba que Della Valle pudiera incluir el logo de su marca en los boletos de entrada al monumento que visitan más de seis millones de personas por año. El trabajo, cuya duración estaba calculada en dos años, iba a iniciarse en diciembre, pero empezará en marzo.
Aparte de este problema puntual, varios grupos están en contra del financiamiento privado para la restauración por el precedente que establecería. La UIL (Unione Italiana del Lavoro), el tercer gremio más grande de Italia y un bastión del socialismo, esta radicalmente en contra el plan. Advierten, entre otras cosas, que el emblema romano podría cubrirse de avisos de Tod’s.
En su momento Gianfranco Cerasoli, secretario general de UIL Cultura había declarado que el acuerdo se había firmado “a gran velocidad después de que el concurso oficial fuera declarado desierto” y que impediría “durante al menos 15 años al ministerio, y por tanto al Estado –que según la Constitución es el responsable del anfiteatro– decidir libremente sobre el uso y la imagen del monumento”.
En conferencia de prensa, Della Valle se defendió; “Para la restauración del Coliseo no hemos pedido nada a cambio. No hay intercambio comercial. He oído y leído estupideces y cosas ridículas. No existe la posibilidad de utilizar el logo del Coliseo, no existe ninguna contrapartida. Pero pensamos que era una buena operación que un grupo italiano hiciera algo por la imagen y por el bien del país”.
