
Desde que dejó el Departamento de Estado, hace 19 meses, Clinton ha cuidado cada palabra sobre quien fue su rival electoral en 2008 y su jefe durante los cuatro años siguientes, y ha preferido resaltar el trabajo que lograron en conjunto.
En los últimos días, sin embargo, Clinton pronunció sus críticas más explícitas hasta la fecha sobre Obama, al cuestionar uno de sus pilares en política exterior: la cautela.
En una entrevista con la revista The Atlantic, Clinton criticó la postura moderada de Obama, enfocada en no cometer errores, y dijo que el gobierno oscila con demasiada frecuencia entre la necesidad de intervenir y el deseo de manterse al margen.
"Las grandes naciones necesitan principios organizativos y 'no hagas estupideces' -una frase atribuida a Obama para describir su visión- no es un principio organizativo", aseguró la también exsenadora y exprimera dama.
A raíz de la controversia que han generado sus palabras, Clinton llamó este martes a Obama para decirle que sus comentarios no son un ataque a su liderazgo ni a sus políticas.
Según su portavoz, Nick Merrill, Clinton ha tenido "diferencias honestas" con el presidente, pero éstas "no eclipsan su acuerdo general en la mayoría de los temas".