(EL COMERCIO) - Una masiva y violenta revuelta ciudadana impidió hoy que el presidente de Burkina Faso, Blaise Compaoré, modificara la Constitución para prolongar su mandato de 27 años, acción que ha dejado al país sin un Gobierno definido y a su capital, Uagadugú, en un estado de caos. En la imagen, un grupo de manifestantes destroza las instalaciones del Parlamento.