
Así lo expresó en un mensaje grabado en video dirigido a los católicos de Irak, que coincide con la vista del cardenal francés Philippe Barbarin a la ciudad de Erbil.
"Los cristianos están siendo dolorosamente expulsados de Medio Oriente", dijo el pontífice.
Añadió que el grupo, al que calificó de "extremista" y "fundamentalista", también tiene como objetivo a los yazidíes por su religión y etnia.
El Papa también destacó el daño que los militantes infligen al patrimonio cultural.
Cientos de miles de cristianos abandonaron sus casas tras el avance de Estado Islámico en el norte de Irak a principios de este año.