
Whelan, de 78 años, también fue sancionado con una
multa de 50.000 libras (casi 78.000 dólares) y obligado a seguir un
curso de educación.
El dirigente tiene siete días para apelar esta sanción.
La FA consideró culpable a Whelan de “conducta
impropia”, aunque admitió las disculpas expresadas por el presidente del
Wigan, a quien no se le considera “racista” pese a sus comentarios.
En una entrevista al diario The Guardian, Whelan
defendió con vehemencia a su entrenador Malky Mackay, que estaba siendo
investigado por la FA por enviar mensajes de texto racistas y
antisemitas a un compañero durante su etapa como entrenador del Cardiff
City.
En esa entrevista, Whelan no consideraba racista
referirse a las personas de origen chino como “chink”, una palabra
utilizada por los ingleses para referirse despectivamente a los
asiáticos, y sobre los judíos comentó que “persiguen el dinero más que
el resto”.
Whelan se disculpó inmediatamente por sus palabras y
declaró que dimitiría de su puesto si la FA le consideraba culpable de
utilizar lenguaje racista.