
Los rehenes no eran conscientes de que estaban a punto de perder la vida, ya que habían sido sometidos a numerosos simulacros de ejecución y tenían una falsa sensación de seguridad, explica Saleh. El periodista estadounidense James Foley y el trabajador humanitario británico Alan Henning aparecieron sin miedo leyendo mensajes a cámara unos momentos antes de ser asesinados.
Saleh ha revelado también que a los rehenes se les dieron nombres árabes para convencerles de que estaban entre amigos y para calmarlos. A Kenji Goto, rehén japonés asesinado, se le dio el nombre de Abu Saad. El extraductor ha confesado a Sky News que vio con sus propios ojos la decapitación de Goto.
Mohammed Emwazi o ‘el yihadista John’ es temido y respetado dentro del grupo, es “el gran jefe”, el único que da órdenes a los demás, según ha dicho Saleh.
También el extraductor del grupo terrorista ha dicho que la estructura de mando y control del Estado Islámico en Raqqa está dominada por extranjeros, un 70% son combatientes de fuera de Siria.