Normandía conmemora el Día D

Nuestra única petición fue tener la propiedad del suelo donde fueron  enterrados nuestros compatriotas, dijo Obama en ese simbólico  cementerio, propiedad de Estados Unidos.(20MIN - INFOBAE) - El 70 aniversario del desembarco de Normandía ofreció este viernes una tribuna paralela de negociación sobre la crisis ucraniana, desde la que sus dos mayores protagonistas, el dirigente ruso, Vladímir Putin, y el presidente electo de Ucrania, Petró Poroshenko, abogaron por un alto el fuego.

Su llamamiento en favor del "cese urgente del derramamiento de sangre en el sureste de Ucrania y también de las acciones militares por parte de ambos bandos", según filtró a la prensa un portavoz del Kremlin en Moscú, escenificó el avance en un conflicto agravado por la anexión rusa de la península ucraniana de Crimea.

Fue un encuentro de apenas quince minutos de duración y previo al almuerzo junto a la veintena de jefes de Estado y de Gobierno invitados a la costa atlántica francesa, entre ellos el presidente estadounidense, Barack Obama; la canciller alemana, Angela Merkel, y la reina Isabel II de Inglaterra.

Obama y Putin, tras haberse evitado en París la víspera en un juego de equilibrismo diplomático planteado por el Elíseo para evitar problemas, protagonizaron otra cita informal, su primera desde la anexión y en la que abogaron también por poner fin a la violencia y las acciones militares. "Putin y Obama se manifestaron a favor de un urgente cese de la violencia y de las acciones militares", dijo el portavoz ruso, Dmitri Peskov, a los periodistas en Normandía.

La primera en reunirse con Putin fue Merkel, quien desde Deauville le instó a asumir la "gran responsabilidad" que tiene su país para avanzar hacia la estabilización de Ucrania y, en especial, de las regiones del este en las que luchan los separatistas prorrusos.

Esa serie de reuniones sucesivas y la foto conjunta de familia supusieron una imagen puntual de conciliación dentro de las fricciones occidentales con el Kremlin, que llega la víspera de que Poroshenko sea investido en el cargo.

El presidente francés, François Hollande, se había esforzado en las últimas semanas en ejercer de mediador en el conflicto de Ucrania y ese fue el motivo de que invitara en el último momento a Poroshenko a estos actos. Si de esta jornada se pueden extraer estos acercamientos, "este 6 de junio ha servido de algo", indicó Hollande a la prensa al término de la ceremonia principal en la playa de Ouistreham, donde hace siete décadas tuvo lugar una de las primeras batallas del Día-D.

Durante el acto, el presidente y anfitrión del homenaje a los caídos en esa operación militar que cambió el rumbo de la II Guerra Mundial había recordado que "la libertad es un combate, no es una evidencia", y aún se ve amenazada "en demasiados lugares del mundo". Europa, subrayó, tiene todavía "más que un deber, la obligación" de preservar la paz y de estar a la altura de los ideales defendidos hace 70 años y del sacrificio de quienes entregaron sus vidas, más de 6.000 personas, entre civiles y militares, solo en el primer día de intervención.

Nuestro compromiso con la libertad está escrito con sangre en estas playas, dijo  Obama durante un discurso de 25 minutos pronunciado en el cementerio  estadounidense de Colleville

El primer ministro francés, Manuel Valls, la reina Isabel II, el príncipe Carlos de Inglaterra, Príncipe de Gales y su esposa Camilla, la duquesa de Cornualle asistieron a la ceremonia

Antes que Obama, fue el presidente Hollande el que tomó la palabra para recordar el sufrimiento y la gloria de los más de 20.000 estadounidenses perdieron la vida, aquí, en Normandía.


Nuestra única petición fue tener la propiedad del suelo donde fueron  enterrados nuestros compatriotas, dijo Obama en ese simbólico  cementerio, propiedad de Estados Unidos.


Los reyes  Willem-Alexander y Máxima de los Países Bajos asistieron a la conmemoración del Día D


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