(PD BLOG) - No es para menos que el
Festival en curso sea considerado uno de los más respetados del mundo ya que se
diferencia de los demás gracias a su manera objetiva de elegir a los nominados
seguidamente de los respectivos ganadores, en las distintas categorías que
entregan galardones en cada ceremonia que se celebra cada año desde 1939.
“Cannes se convirtió en un evento muy importante para los intereses de los críticos
de todo el mundo, además de promover los intentos europeos de vender películas
en función de su calidad artística”, expresaban Jill Forbes y Sarah Street en
la publicación del libro European Cinema:
An Introduction, que habla del auge que el cine europeo ha tenido en todo
el mundo, enfocándose primordialmente en su distintiva manera de dirigir,
producir y escribir filmes.
A una semana del inicio de
la edición 68 de dicho magno evento, el octavo día inicio con el estreno de la
película surcoreana, que participa en la sección Un Certain Regard, Madonna,
del cineasta Su-won Shin (ganador del Premio Canal+ de Cannes en el 2012 por el
cortometraje Circle Line).
En resumidas cuentas, la
cinta se centra alrededor de una auxiliar de enfermería que está tratando de
asegurar un órgano que acaba de ser donado.
“Un día de invierno, estaba en un café cuando una mujer sin domicilio de unos veinte años entra, se sienta en una silla, pone la cabeza sobre la mesa y se duerme. Tenía un aspecto sano y normal que me dio qué pensar: ¿cómo llegó a vivir en la calle y por qué su vida era así? Sentí empatía y miedo al pensar que mi vida podía llegar a esa situación en cualquier momento. Su imagen me quedó grabada y pensando en esas mujeres que viven una vida inestable, sin la seguridad del empleo, comencé a escribir Madonna”, dijo Shin en referencia a cómo había surgido la idea de ésta película.
Seguidamente fue el turno de
la proyección de la cinta china Mountains
May Depart del experimentado director Zhangke Jia, quien obtuvo el galardón
al Mejor Guion de Cannes en el 2013 por A
Touch of Sin. En esta oportunidad, dicho cineasta compite para llevarse la
Palma de Oro luego de tres previas nominaciones.
Es un drama sobre la
expansión de las generaciones expuesta en tres fases: la década de los 90, el
presente y el 2025, respectivamente. Narra las vidas, amores, esperanzas y
desilusiones de una familia en medio de una sociedad cambiante a una velocidad
vertiginosa.
“En la vida cotidiana de los chinos, constato una pérdida profunda de esta relación de comunicación recíproca, algo que afecta también a los recuerdos. Todo puede deshacerse, incluso las montañas pueden irse”, alegó Zhangke Jia.
Luego se proyectó la cinta
francesa I am A Soldier, ópera prima
de Laurent Larivière que, además de competir por la Cámara de Oro, participa en
la sección Un Certain Regard al
finalizar la semana. Cuenta con el protagonismo de Jean-Hugues Anglade (Queen Margot, 1994), Louise Bourgoin (A Happy Event, 2011) y Laurent Capelluto
(A Christmas Tale, 2008).
El filme es un drama social
sobre una mujer que es obligada a regresar a vivir con sus padres a pesar de
que acepta trabajar para su tío en una perrera.
“Al comienzo, deseaba hablar de vergüenza social. ¿Qué significa tener 30 años y tener que volver a vivir con su madre porque no se ha logrado inventar una vida en otra parte? Esto me parecía que era un cuestionamiento para el cine...Luego, se me ocurrió la idea de la perrera donde la protagonista tendría que enfrentarse a la vida a través de un trabajo difícil. El escenario y luego la película se construyeron por estratos; a partir de una cuestión social amplia, llegamos a una cuestión intima que espero, contenga a la primera” expresó Larivière en referencia a cómo había surgido la idea de ésta película.
A continuación fue el turno
de la película italiana Youth del
mundialmente galardona y reconocido cineasta Paolo Sorrentino, quien vuelve a
la Croissette para su sexta nominación en la categoría que entrega la Palma de
Oro. Como si fuera poco, la película cuenta con Harvey Keitel (Reservoir Dogs,
1992) y Michael Caine (Hannah and Her
Sisters, 1986) en el elenco protagónico.
Youth,
como su propio título sugiere, escruta la vena generacional poniendo en escena
dos personalidades no menos truculentas, encarnadas por Caine (Mick) y Keitel
(Fred). Estos dos compinches de una determinada edad, estos dos viejos amigos,
repasan su existencia y conocen, en el transcurso de sus actividades en un
palacio alpino, a Rachel Weisz (The
Constant Gardener, 2005), Jane Fonda (Coming
Home, 1978) e incluso Paul Dano (There
Will Be Blood, 2007). Y como sucede a menudo en las películas del
napolitano, los personajes tienen una carrera artística a sus espaldas: uno es
compositor y el otro es director.
Tras esto tuvo lugar el
estreno de la producción etíope Lamb,
ópera prima del Yared Zeleke, quien obtiene la primera selección en Cannes para
un cineasta etíope en la historia. A pesar de que se encuentra participando en
la sección Un Certain Regard, Zeleke
también aspira a llevar la Cámara de Oro.
El largometraje cuenta la
historia de Ephraim, un niño de 9 años, y su oveja que tiene de mascota, a
quienes su padre envía a casa de unos parientes lejanos en la montaña. Sin
embargo, dicha temporada fuera de su casa pondrá en riesgo la vida de su
querida compañera.
“A pesar de las condiciones difíciles, el ambiente en el plató tenía magia, como las hermosas montañas que nos rodeaban. Filmamos la primera parte de Lamb en la llanura y la segunda en las altura glaciales (hasta 3.000 metros). La mayoría de los campesinos con quienes trabajamos no tenía electricidad. Como algunos niños no habían visto nunca un europeo, en algunas oportunidades nos encontramos con crisis de llanto. Enfrentamos obstáculos (pues algunos actores corrieron riesgo de lastimarse, o con un cuerno o cayéndose de un caballo), sin embargo logramos terminar la película a tiempo, gracias a un equipo formidable. Y ya el último día, respiré profundo, sabía que había realizado mi primer largometraje”, dijo Zeleke cuando contaba anécdotas del rodaje.
Luego se proyectó el filme francés
Don't Tell Me the Boy Was Mad del cineasta
Robert Guédiguian, conocido por haber sido nominado a la Palma de Oro en el
2002 por Marie-Jo and Her 2 Lovers y
en la sección Un Certain Regard del
2011 por The Snows of Kilimanjaro. No
obstante, en la presente oportunidad Guédiguian no compite por ningún galardón
pues dicho proyecto solamente se encuentra dentro de las proyecciones
especiales del Festival.
Don't
Tell Me the Boy Was Mad trata sobre Aram, un joven marsellés de
origen armenio que hace explotar en Paris el coche del embajador de Turquía y
las repercusiones que trae consigo el atentado.
Guédiguian subraya de nuevo
su importancia evocando las consecuencias de ocultar el genocidio armenio a las
generaciones posteriores. El director traza los rasgos de identidad de una
generación que ha intentado apropiarse de la historia de la precedente a través
del espectro de la venganza.
Por último pero no menos
importante, el octavo día del festival de cine más famoso del mundo culminó con
la proyección de una de las películas más polémicas del año en curso, una obra
del cineasta argentino Gaspar Noé (nominado a dos Palmas de Oro) titulada Love y que muestra una historia de amor
desde un punto de vista sexual.
En otras palabras podría
considerarse como una historia de amor y un melodrama sexual, que celebra al
sexo de una manera bastante explícita, entre un hombre y dos mujeres.
“Es un melodrama que
va más allá de la separación ridícula que hace que una película normal no pueda
mostrar escenas demasiado eróticas cuando en realidad a todo el mundo le gusta
hacer el amor”, alegó Noé.