La ‘selfie’ del Oscar, la más cara y la menos espontánea

(ENFILME) - La ‘selfie’ más famosa de la historia de la gala de los Oscar que le dio la vuelta al mundo, y que parecía algo improvisada, en realidad fue el resultado de un acuerdo millonario entre el fabricante de teléfonos Samsung y la cadena ABC. La firma telefónica pago a la cadena de televisón alrededor de 18 millones de dólares por cinco minutos de anuncios en horario estelar más una inserción de producto (product placement) en términos no especificados durante la emisión de los premios Oscar. Samsung declaró que ‘fue una gran sorpresa que Ellen utilizará el dispositivo para el momento tan épico, pero se encuentran muy satisfechos’. Además se sabe que la compañía donará 3 millones de dólares, 1 dólar por retuit, a dos instituciones de beneficencia que apoya la presentadora.

El dinero mejor invertido estuvo en proveer a Ellen DeGeneres de un teléfono de su línea, un Galaxy Note 3, el móvil que le cedió a Bradley Cooper para que tomara la imagen en la que posaron ambos junto a Meryl Streep, Brad Pitt, Kevin Spacey y Jennifer Lawrence, entre otros.

Como parte del acuerdo de sponsoreo que Samsung firmó con ABC, la señal de TV que transmitió el evento, estuvo la introducción en escena del Note 3. El fabricante de móviles surcoreano dotó al equipo de ABC con smartphones para utilizar durante la transmisión con la promesa de que tendrían pantalla a lo largo la entrega de los premios Oscar 2014. Momentos previos a la ceremonia, en la alfombra roja, ABC emitió un clip de los seis jóvenes cineastas premiados utilizando equipos de Samsung en los estudios de Disney, grupo al que pertenece la señal.

En el resto de la noche, DeGeneres continuó tomando autofotos con otros famosos. En ellas podía leerse claramente "Vía Twitter para iPhone". Si bien los datos parecían indicar que todas las imágenes salieron de un celular de Apple, la realidad indica otra cosa.

Cuando llegó el momento crucial, la ejecución fue tan impecable que los expertos coinciden en que ningún comercial, por millonaria que sea su inversión, puede alcanzar semejante repercusión positiva, subrepticia y automática en tan escaso tiempo.

"Fue una promoción grandiosa para Samsung. La selfie de Ellen va a ser más impactante que sus comerciales. No se puede comprar la magia de volverse viral", sintetiza Allen Adamson, director de la consultora de marcas Landor Associates.

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