
(PD BLOG)- Por ahí se acercan esos viajes relámpago a la playa. Si eres lampiña o estás recién depilada, estás lista, pero si te toca ocuparte de rasurar tus piernas, ya se convierte en una cuestión más delicada, nadie quiere quedar con esas incómodas cortaditas que nos impiden disfrutar como se debe.
Para que eso no pase, hemos reunido algunas leyes que debes cumplir al momento de afeitarte:
Nunca te afeites al seco
Puede ser una tentación si ya te avisaron que van en camino a buscarte y no estás lista, pero no caigas en ella. Si tu piel está húmeda, es más suave y la posibilidad de que se escame disminuye. Afeitar al seco aumenta el riesgo de cortadas y al mismo tiempo afecta la calidad de la afeitadora (la piel muerta puede quedar entre las hojillas).
Mantén tu afeitadora en un lugar libre de humedad
Sí, mantenerla en la ducha es de las cosas más convenientes de esta vida, pero también promueve que se oxiden sus partes de metal, y de ahí a una irritación de la piel hay solo un paso. Extiende la vida de esta herramienta secándola al terminar de usarla. Si es posible, dale unos toquecitos con el secador de pelo y guárdala en un gabinete del baño. Si la proteges a ella, te proteges a ti.
Exfolia tu piel
Antes de agarrar la afeitadora y pasarla por tus piernas, usa un poco de exfoliante o scrub que ayude a preparar tu piel para un afeitado más suave. Además evitas las posibilidades de una irritación.
Olvídate del jabón
¿Te ha pasado que te quedaste sin crema de afeitar y tienes que recurrir al jabón? A más de una. Pero mientras puede ser muy bueno para la limpieza del cuerpo, sus burbujas y textura resbalosa te alejan de un resultado más suave y preciso. Si es una verdadera emergencia, utiliza el acondicionador de pelo.
Hazlo en la dirección adecuada
Ya que los vellos de la pierna crecen hacia abajo, empieza desde tus tobillos y pásala hacia arriba. No obstante, si tienes una piel muy sensible, considera pasar la afeitadora en el mismo sentido de crecimiento del pelo para evitar cualquier irritación innecesaria.
Enjuágala
El secreto para un afeitado al ras en mantener limpia la afeitadora. Por eso, asegúrate de enjuagarla entre movimientos para que no se acumulen los restos del rasurado. Así también lograrás quitar todos los vellos más difíciles.
Cambia la afeitadora
Una afeitadora vieja no funciona para lograr unas piernas perfectas. Además de lograr pobres resultados, puede cultivar sucio y bacterias que NADIE quiere en su piel. La ley general debe ser cambiarla, si es desechable, después de tres usos, y si es solo la cabeza, después de seis.