
Los más golpeados fueron la vivienda y los asentamientos humanos, que dejaron pérdidas de 3.500 millones de dólares, el turismo y el sector medioambiental y forestal registraron daños por 812 y 340 millones, respectivamente.
"Necesitamos hacer creíbles, transparentes y aceptables para todos las estimaciones del Informe de Evaluación de Necesidades Post Desastre para devolver a la normalidad las actividades económicas y sociales", dijo el primer ministro nepalí, Suhil Koirala.
Por su parte, el ministro de Bosques, Mahesh Acharya, dijo a una agencia de noticias que existe una gran necesidad de hacer llegar las conclusiones de los estudios a los organismos donantes, a pesar de que algunos, entre ellos el Banco Mundial o la ONU, participaron en la elaboración.
Acharya asegura que la publicación de las cifras entre las agencias ayudará a convencerlas para que ayuden al país.
Por esta razón, el Gobierno nepalí organizará una conferencia internacional de donantes el próximo día 25, día en que se cumplirán dos meses del terremoto que dejó 8.786 muertos, 22.303 heridos y casi medio millón de viviendas destruidas en el país.