
Pese que el Bayern tuvo una fase en la que bajó un poco la presión, el CSKA tuvo poco argumentos para oponer y todo lo que se puede registrar en la parte ofensiva del lado ruso son dos remates inofensivos desde fuera del área de Musa, en el 12, y de Vitinho, en el 34.
El Bayern, que jugaba con paciencia, estaba más cerca del segundo que el CSKA del empate y terminó lográndolo antes del descanso con un cabezazo de Mandzukic (en fuera de juego no sancionado por el árbitro) aprovechando una falta lanzada desde la derecha por Robben.
En la segunda parte, el campeón alemán se dedicó a administrar la ventaja mientras que el CSKA intentó reaccionar, pero pareció no tener armas para hacerlo.
El conjunto de Guardiola tenía menos llegada que en la primera parte. En el 49 hubo una ocasión, con un disparo de Robben dentro del área, pero después hubo una larga fase en la que el partido se jugó lejos de las dos porterías.
Sin embargo, el tercer gol llegó en el minuto 68, cuando una genialidad de Alaba dejó a Robben solo frente a Akinfeev. El holandés tuvo tiempo de acomodar la pelota y marcar con un disparo con la zurda.
Con sólo un cambio en el once que se impuso el sábado al Hannover 96 (2-0) en liga, afrontó Pep Guardiola el debut de los suyos en la actual temporada de la Champions League. El técnico español sustituyó a van Buyten por Dante en el eje de la defensa, por lo que el brasileño conformó la pareja de centrales junto a Boateng. Además Philip Lahm volvió a actuar como único medio-centro defensivo por detrás de Müller y Kroos. Bastian Schweinsteiger arrancó desde el banquillo. En ataque Robben y Ribéry actuaron una vez más como extremos, mientras que Mandzukic actuó en punta como el hombre más adelantado del Bayern. En el bando moscovista, Slutski apostó por su once de gala en el que destacaron caras conocidas de la competición como el guarda-meta Akinfeev o el centroc-ampista japonés Honda, así como la joven perla brasileña Vitinho y el atacante nigeriano Musa.
El 71% de posesión local durante los primeros 30 minutos reflejaba claramente el dominio del Bayern en una fase del juego en la que el CSKA sólo puso a prueba a Neuer con un lejano disparo de Vitinho (34´). En los últimos instantes del primer acto el ritmo decayó un poco y todo hacía indicar a que el solitario tanto de Alaba acompañaría a ambos conjuntos a los vestuarios.
Con el partido sentenciado, Guardiola aprovechó los últimos 20 minutos para dar entrada a Schweinsteiger (Kroos), Pizarro (Mandzukic) y Shaqiri (Robben). Precisamente el suizo dispuso de la última ocasión clara del encuentro tras una bonita combinación con Müller, pero su remate se marchó rozando el palo (85´). Tras la 6ª victoria consecutiva en casa en Champions, toca pensar ahora en la difícil visita al Schalke en liga del próximo sábado.