
En la reunión el arzobispo de Coro le hizo al Santo Padre un diagnóstico sobre la crisis política, económica y social que vive el país. “Me escuchó con mucha atención. Le dejé por escrito algunas otras cosas para que las leyera luego. Me dijo que estaba siguiendo de cerca todo lo de Venezuela, sobre todo, la situación de la violencia y la de los presos políticos”, detalló Lückert en conversación telefónica con La Verdad.
“Era interesante que él tuviera información también de la otra parte y no solo escuche la campana de Maduro”, dijo el monseñor, que al ser cuestionado sobre una posible visita del Papa al país invitado por el presidente este domingo, dudó, debido a la situación de las libertades y los presos políticos: “En mi opinión, mientras eso no cambie, que se olvide Nicolás Maduro que el Sumo Pontífice vendrá a Venezuela”, ahondó.
A su entender, la visita que hará el mandatario nacional al Vicario de Cristo, el próximo domingo 7 de junio, obedece a un “interés político”, porque él y su equipo saben que la figura del Papa tiene en este momento una gran “relevancia” en América Latina. “Es el primer Papa latinoamericano y conoce la idiosincrasia de nuestro continente. Y por supuesto, a Maduro le interesa tener un acercamiento. Como está a la puerta de una elección, le interesa todo aquello que sea positivo para su Gobierno”.
Quienes conocen a Bergoglio dicen que es un sacerdote frontal y que se mueve con mucha habilidad entre los políticos. Esa característica de su personalidad le impedirá, según el arzobispo de Coro, quedarse callado frente a Maduro. “Desde que estuvo en Argentina él fue un gran opositor y un gran crítico constructivo del Gobierno de los Kirchner. Por supuesto, él no es hombre de hacer oposición política porque no le toca, eso les toca a los venezolanos, que son quienes deben resolver sus problemas. Pero el Papa sí podrá decir alguna orientación justa que tal vez el presidente tendrá que escuchar”.
A pesar de que la Nunciatura Apostólica de Venezuela mantiene al Vaticano informado de lo que sucede en el país, el papa Francisco se sorprendió cuando monseñor le contó las penurias que se viven en Venezuela.
“No puede ser que yo vaya a visitar a un preso en Tocuyito y que me nieguen rotundamente la visita, alegando que por órdenes de la ministro (de asuntos penitenciarios) tengo prohibido entrar a las cárceles del país. Eso no es democracia. Y yo pienso que el Santo Padre algo le podrá decir a Maduro sobre eso”, lamentó Lückert, quien calificó el traslado del exalcalde de San Cristóbal Daniel Ceballos a una cárcel común como una humillación. “Desde el 12 de febrero de 2014 hasta el 12 de febrero de 2015 este Gobierno lo que han hecho es humillarnos y meternos miedo para que la gente no proteste”.
Finalizada la audiencia, el Papa Francisco no pudo disipar su preocupación. Envió su bendición al país y prometió mantener el nombre de Venezuela en sus oraciones.